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No es fácil tener equipos ganadores y también foguear a jugadores jóvenes. Hace falta una dirigencia que piense a futuro y también mucha pero mucha confianza en el conjunto y en uno mismo. Pablo Laso es uno de esos entrenadores que se da el lujo de hacerlo. Por capacidad individual, por un plan a largo plazo de Real Madrid y por talento para entender cuándo y dónde darle minutos a los más imberbes, el director técnico merengue se convirtió en los últimos tiempos en uno de los mejores en la materia, y todo sin que su equipo pase por periodos de transición.

El último debutante fue la joya Matteo Spagnolo, que pisó el Wiznik Center con apenas 17 años en el partido ante Zaragoza. Pero la lista es amplia y en total 14 jugadores vieron sus primeros minutos con el entrenadores español. Dani Diez, Alberto Martín, Willy Hernangómez, Jonathan Barreiro y Luka Doncic son algunos de los nombres más reconocidos. Pero también en los últimos años fogueó a Santiago Yusta, Dino Radoncic, Samba Ndiaye, Dani De La Rúa, Melwin Pantza y Mario Nakic.

Junto con todos ellos, tres nombres importantes comenzaron a sumar minutos en cancha en los últimos encuentros. El primero a nombrar es el que más irrupción tuvo y lo llaman Usman Garuba, el interno que a base de tapas y capacidad de salto está comenzando a ser importante en el equipo. También Boris Tisma vio sus primeras posesiones y, por último, el ya mencionado Spagnolo.

Hacer debutar a un jugador no es fácil, y mucho menos es hacerlo en un equipo como Real Madrid, que está acostumbrado a pelear siempre por cosas importantes. Pero si hay algo que caracteriza a Laso es su inteligencia para comenzar a incluir paulatinamente a los distintos talentos que el Real Madrid tiene en su cantera. Les da responsabilidades y no le pesa colocarlos en momentos complicados. La dosis justa que muy pocas veces falla. Un entrenador, un formador. Un arquitecto.