A solas con Campazzo: "Saber dónde estamos parados es muy difícil"
00:21 30/07/2019 | Larga y distendida charla con el jugador del momento, que llega al Mundial en plena madurez y confianza.
En algún momento de los últimos tiempos, Facu dejó de ser el simpático base prometedor que llevaba con energía a sus equipos e ilusionaba con su futuro y se convirtió en un hombre maduro, un jugador cerebral, sin perder él ímpetu ni el instinto criminal. El combo perfecto, a los 28 años. Con él nos sentamos en la comodidad del Dow Center para hablar con la posiblidad de reflexionar que da un sitio para deportistas como ese.
- El otro día le hicimos una nota a Sergio Hernández y habló de una parte de vos menos conocida. Sobre tu cambio de vida a partir de Marie Kondo, la escritoria que habla sobre el orden. ¿Es así?
. Un poco, sí. Antes era más obsesivo. Leí el libro antes que saliera en Netflix. Intenté aplicarlo en mi casa, hice un filtro tremendo y regalé un montón de ropa. No menos de seis o siete bolsas grandes. Había cosas que ya no usaba y no las iba a tirar. Busqué seguir lo que decía el libro y estuvo bueno. Encontrar también el equilibrio, empezando desde tu casa, y después lo trasladás a lo que hacés. Sirve.
-¿Cuándo fue esto?
. Hará un año, un poco menos.
- Uno no cae en esas cosas de casualidad.
. Estaba viendo Amazon y apareció La Magia del Orden. Me resultó raro, le pregunté a Paulo Maccari (kinesiólogo de la selección, que vive en España) y me dice 'escribile a Manu'. Le escribí y él estaba con lo mismo. Pero fue sin buscarlo que caí en eso.
-¿Y tiene algo que ver con lo que te pasó este año, ese cambio y maduración que te muestra como todo un hombre? No sé si tiene también que ver con el hecho de que vas a ser papá por primera vez.
. Puede ser. En estos últimos años creo que progresé mucho en estos detalles. Siempre fui de los que piensan que como sos afuera de la cancha, sos adentro. Y bueno, me ayudó mucho mi mujer, que me hizo encontrar equilibrio y tranquilidad, me colocó los pies sobre la tierra. Y al enterarme que ella estaba embarazada algo cambió. En la cabeza. No sé qué, pero algo cambió. Y ahora intento ser detallista con cada cosa fuera del básquet que me haga bien, para después pasarlo a lo que hago en la cancha.
-¿Y te reconocés en aquel viejo Campazzo o te cuesta creer que existió?
. Tampoco era tan desastre che. Je. Siempre fui desordenado, eso es cierto. En Mar del Plata no se veía el piso de mi habitación a veces. Hay dos contrastes. En hábitos, fuera del mundo básquet y dentro también. No creo que haya cambiado mucho mi forma de jugar, aunque le he agregado cosas. Pero bueno, esa fue una etapa, era joven, no conocía todo esto, no estaba informado, no sabía lo que era estar en plenitud física entonces todo lo que hacía me parecía normal, pero a medida que fueron pasando los años tuve la suerte de cruzarme con gente profesional, con jugadores que transmiten valores y que te marcan el camino. Quizá cuando sos joven los escuchás pero no lo comprendés en el momento, hasta que hice el click definitivo.
-¿Pudo tener que ver algo, poquito o mucho, aquella famosa anécdota en la que Manu te cargó por la panza?
. No, creo que no. De hecho ni me la acordaba hasta que alguien me lo mencionó hace un tiempo. Manu tampoco se lo acuerda mucho. Creo que más tuvo que ver cada vez que iba a la selección, muchas charlas con Luis (Scola), con Paulo, con darme cuenta que tenía que cambiar mis hábitos. Quizá esa anécdota fue un factor más, pero el click fue un día que con mi mujer decidimos dejar atrás todo lo malo y empezar a cuidarnos. Fue un 28 de febrero, en Murcia. Tuve la suerte de que ella me acompañó y lo hicimos.
- Normalmente se dice que para un chico es mucho más duro el cambio, en tu caso, de Córdoba a Mar del Plata, que de Argentina a España. Sin embargo, con vos parece que el hecho de estar en otro sistema como el europeo fue el que te moldeó más.
. Sí, en Argentina con lo que tenía me alcanzaba, y de hecho el cambio de Córdoba a Mar del Plata no me costó en ningún momento. Yo fui el que quiso irse. Se lo dije a mi vieja en ese momento. Tenía 15 años y quería jugar en otro lugar. Después se dio justo que jugué en Mar del Plata un cuadrangular y me llamó Peñarol, pero yo ya lo tenía decidido. Mi mamá fue clara. Me dijo que me fuera, que si me iba bien bárbaro y si no, me volvía. Que era un año de aprendizaje. Y me fui con esa confianza que me dio mi vieja. Fue totalmente distinto a cuando me fui a Europa, donde había otra responsabilidad, otra presión, era algo serio. Chapu me ayudó mucho, pero la transición grande fue entre Real Madrid y Murcia, porque quería seguir en Europa, demostrarme que podía jugar en la ACB, que podía jugar en el Madrid, y para eso tenía que hacer las cosas bien.
-¿En Murcia dejás de ser, de alguna manera, la mascota? En el buen sentido lo digo. En el Madrid, en tu primer año, eras el niño mimado.
. Un poco fuerte...jeje. Nunca me sentí mascota igual. Siempre me hicieron sentir parte del equipo. Sabía que no tenía lugar, porque estaban Llull y Chacho. Murcia fue el equipo que me dio la oportunidad de ser Campazzo, con mi adn, mi identidad, y tuve un entrenador que me ayudó muchísimo, que fue Fotis (Katzikaris). Él siempre me preguntaba si quería ser un base que podía anotar y ordenar al equipo o un base anotador. Eso me llevó a intentar hacer felices a mis compañeros, a ayudar al equipo. Tuvimos una buena química con Fotis y creo que pude dar el salto de calidad en mi juego. Me sentí muy bien, siendo protagonista, con responsabilidad, con presión, y eso me ayudó a volver al Madrid.
- Vos debiste notar que cuando volviste tus compañeros del primer año no te miraban de la misma manera.
. Creo que es normal. Cuando empezás a jugar bien, a tener buenos minutos, a competir, te respetan más. Te miran como diciendo 'puede jugar'. Los que pensaban que no podías ya eran menos. Es difícil ganarse el respeto en la ACB. Murcia me ayudó mucho para eso.
-¿Adentro notabas que no eras más solo el Facu, sino un par?
. Ellos cuando me cedieron siempre me dijeron que sabía que iba a volver. Aunque yo sabía que si hacía mal las cosas en Murcia no iba a pasar.
- Hoy, con dos temporadas completas desde que volviste, ¿te diste cuenta cómo se dio el cambio tan rotundo en tu rol dentro del equipo o, como nos pasó a nosotros mirándolo por TV, pasó sin que lo notaras? De golpe, Rudy, Llull, Felipe, Ayón, todos, te siguen, los liderás, el presidente Florentino Pérez dice que nadie te saca del Madrid. Es muy fuerte todo.
. No me doy cuenta. Nunca esos jugadores que nombrás dejaron de liderar para que lidere yo. Todo lo contrario. Ellos siguieron haciéndolo y yo intenté estar a la par. Ganarme un lugar. No sé en qué momento sentí que algo había cambiado. Disfruté mucho el proceso, porque es muy difícil entrar en la rotación de un equipo como el Madrid. Trabajé para ganarme el respeto del entrenador y de mis compañeros. Y a medida que ganás, eso se va haciendo más fácil, sobre todo siendo base, que tenés la pelota más tiempo.
- Cuando te fuiste de Peñarol estaba claro que acá te pegabas la cabeza con el techo. Sería una falta de respeto decir que eso te puede pasar en Europa, porque salvo a tipos como Doncic, Europa siempre tiene algo más para dar, pero saliste campeón de la ACB, MVP de las finales, ya fuiste dos veces campeón de Euroliga. Todo lo que hay para ganar lo ganaste. Lo podés volver a ganar, pero ¿sentís que en algún momento podés querer salir de la zona de confort?
. No me está pasando por el momento. Siento que tengo todavía por mejorar muchas cosas. No siento que este sea mi techo, y espero que no lo sea. Espero no aburrirme de eso. En el Madrid no te podés aburrir de ganar títulos. Tampoco me aburría en Peñarol, pero yo quería dar un salto de calidad, y fuera de la NBA lo mejor del mundo es el Real Madrid. O incluso a la par de la NBA. No siento que me canse, o que me agobie, porque constantemente el Madrid tenés que estar con el dedo en el gatillo. A mí eso me motiva mucho.
- Única pregunta que te haré con el tema NBA. ¿Ir ahí siempre es un salto de calidad? ¿O es un arma de doble filo porque puede plancharte?
. Puede ser un arma de doble filo. Puede ser un salto de calidad si vas a ser el primer base, o el segundo, y tener minutos importantes. No creo que sea un salto de calidad para ir de tercero o cuarto, o con partidos sin jugar. Si vas solo por ir o por capricho, estando en el Madrid...la Euroliga es muy competitiva y muy difícil. Es muy atlética y cualquiera te puede hacer mucho daño.
- Pero, por ejemplo, ¿Luka es mejor jugador después de un año en la NBA?
. Me costó seguirlo por el horario, pero hacía lo que quería. Me cuesta analizarlo desde el punto de vista Euroliga-NBA, pero cada año es mejor jugador. Sube por sí solo, no hace falta que esté en la NBA.
- Vos, de la selección, sos el que a más alto nivel ha competido en estos años. Algunos compañeros tuyos están también arriba, pero indudablemente vos estás más alto. Todo el tiempo te enfrentás a los mejores del mundo. ¿Qué te pasa hoy, a un mes del Mundial, en relación a cómo puede ser enfrentarse ustedes a equipos fuertes de Europa, cuando no lo han hecho como grupo, pero sí individualmente?
. Me estás hablando de experiencia, y este equipo internaciolmente no tiene experiencia, salvo Luis, un poco yo, Luca, Pato, Lapro, Marcos, pero no jugamos juntos. Esa es la diferencia que hay con los mejores. Ahí tenés 8 o 9 jugadores por equipo que juegan Euroliga o NBA, y vienen jugando juntos Eurobasket y demás. Nosotros no. Venimos jugando Americup, que es buen nivel pero no se asemeja a un Mundial. Saber dónde estamos parados es muy difícil. Realmente mi deseo es ver a un equipo que compita y que llegue a su mejor versión durante el Mundial. Nos sentimos bien, con confianza, con dinámica. Estamos construyendo una manera de jugar desde antes de la Americup. Tenemos líderes muy buenos, que están liderando a sus equipos en Europa y ahora lo están sumando a la selección, que es lo que necesitamos ahora.
-¿Eso es ansiedad también?
. Estás ansioso para que empiece el Mundial y competir.
- Encima hasta el partido contra Rusia no te tocan rivales del nivel que hablábamos, porque empiezan contra Corea y luego Nigeria.
. Bueno, Nigeria ya te digo que es un equipo con muchos jugadores en Europa y algunos en la NBA. Te demanda física y mentalmente. Es algo que se acerca a una medición de los partidos picantes. Estamos ansiosos pero disfrutando el camino, primero con los Panamericanos y luego con los amistosos. Ahora tenemos que equivocarnos y aprender.
- La Generación Dorada siempre hacía giras muy malas y después en los torneos la rompían. Ustedes van a jugar contra equipos europeos por primera vez justamente en la gira previa. ¿Necesitan hacerlo bien para alimentar la autoestima?
. Necesitamos hacerlo bien. Tenemos que ir con la mentalidad de hacer nuestro juego, de mantener nuestra dinámica, de hacer lo que venimos haciendo. Los rivales son buenos y van a intentar neutralizar eso. Si perdemos nos va a dar bronca y si ganamos nos pondrá bien, pero no tiene que nublarnos para analizar lo que hagamos bien y lo que hagamos mal. No me animo a decirte si necesitamos ganar esos partidos. Queremos medirnos y hacerlo con nuestro juego. Eso es lo importante.
- En años anteriores ibas a un torneo y cuando salía Argentina a la cancha con Manu, Scola, Chapu y demás, a los rivales se les aflojaban las rodillas. ¿Tenés idea qué generan hoy ustedes con otros nombres pero con tipos como el de Luis, el tuyo, o los de otros varios chicos que lo están haciendo muy bien en Europa?
. Cambia un poco con otros años, pero este año Pato, Lapro, Luca, Marcos, Lucio, Nico, son jugadores que han hecho buenos números, algunos en Euroliga, Lapro fue el MVP... este año escuchaba que algunos preguntaban por qué jugadores tendría Argentina y cuando enumeraban decían 'ojo eh, no está nada mal. ¿Y va Scola? Ojo eh'. Eso me pone contento por la actualidad de cada uno y porque juntos nos miran de otra manera. Ya algo cambió. Ahora hay que construir y buscar jugar de la mejor manera juntos. Y lo podemos hacer. Tenemos calidad para eso.
-¿Cómo se controla, o quién controla, o no se controla la ilusión?
. Nosotros estamos tranquilos. Deseamos ver a una selección que compita y llegue a su mejor versión. Estamos ilusionados con ver una buena Argentina, que juegue buen básquet. Y vamos a competir contra los mejores. Deseamos estar a la altura de los equipos europeos, de un Mundial, y poder conseguir el pase a los Juegos Olímpicos.
-¿Es el momento más lindo de este grupo el que van a vivir?
. Sí, teníamos muchas ganas de venir a jugar con la selección. Teníamos ganar de jugar los Panamericanos. Y creo que eso se ve en el día a día, a pesar de ser dos meses. Sergio lo hace muy llevadero. Queríamos vernos las caras y afrontar estos objetivos que nos planteamos juntos.
Fabián García / [email protected]
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