En el centenario de Obras, el recuerdo de su consagración mundial
14:23 27/03/2017 | Fue el 24 de setiembre de 1983 cuando el equipo argentino se impuso en el juego decisivo al Cantú de Italia 89-76 y obtuvo la Copa Renato William Jones.
HHEl básquet argentino sabe de grandes hazañas a lo largo de su historia, como el oro olímpico en Atenas, el campeonato mundial de 1950 en Buenos Aires, o la primera victoria ante una formación integrada por jugadores NBA, la cual acaparó en su momento las portadas de todos los medios del planeta.
Sin embargo, no todo gira en torno a la celeste y blanca; además de los mencionados a nivel Selección, hay dos grandes logros de los clubes, y uno de ellos fue la consagración de Obras Sanitarias como campeón de la Copa William Jones, el único título intercontinental de clubes conseguido por un equipo argentino en la historia de nuestro básquet.
Fue en el mes de setiembre, como diría la letra de Cacho Castaña, pero cinco años antes de la que el poeta del tango inmortalizó en una canción. Era otro país, otro mundo, otra realidad. No había TV y el que no estaba en el lugar del hecho, la única posibilidad que tenía de seguirlo era por radio.
Obras Sanitarias, en la figura de su presidente Miguel Mancini, organizó el torneo con el único propósito de borrar las decepciones anteriores que le impidieron al equipo de Av. del Libertador quedarse con la Copa. Se le había escapado dos veces, primero en 1976 (finalizó tercero), pero la más recordada fue en 1978 cuando perdió ante el poderoso Real Madrid a dos segundos del final.
Ese año era distinto, por la sed de revancha y el apetito de gloria que inspiró al plantel. Ya no estaba el poderoso rival español, y sin desmerecer al resto de los oponentes, la posibilidad de alcanzar el éxito era mucho más factible. Además, Obras armó una de las mejores formaciones de su historia, o tal vez la mejor, ¿Quien puede precisarlo? era otro básquet, coexistían otros sistemas, otro concepto de jugar, y también otras reglas. No existía el triple, salvo en la NBA, y los tiros de larga distancia no eran determinantes a la hora de estrechar o ampliar diferencias.
Una de las virtudes de Obras Sanitarias se llamó Flor Meléndez, el hombre que diseñó el equipo que resultaría campeón, y que tenía la enorme responsabilidad de reemplazar en el cargo nada menos que a Ranko Zeravica, el yugoslavo que llevó a su nación al oro en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. El técnico puertorriqueño, que contó como asistente a un joven Guillermo Vecchio, armó un quinteto inicial muy fuerte con Eduardo Cadillac, Carlos Raffaelli, Esteban Camisassa, Rolando Frazer y Mario Butler, quedando en el banco relevos de categoría como Norton Barnhill, Vicente Pellegrino, Gabriel Milovich, Héctor Campana, Alejandro Gallardo, Ricardo de Cecco y Javier Tilatti. Los nombres impresionan con solo nombrarlos para los que vivieron esa época. Es más, si los transportáramos en el tiempo y los situáramos en el contexto actual, no hay dudas que serían candidatos en cualquier torneo.
Flor Meléndez declaró años después: "Para mí Obras era un reto porque yo era un técnico nuevo y de Obras salía Ranko Zeravica, un entrenador que todo el mundo respetaba mucho en el club y era muy reconocido a nivel mundial. Por lo tanto el reto lo tenía yo, que tenía que hacer que esos jugadores se mentalizaran a jugar de la forma que yo entendía que se iba a jugar. Lo del 83 fue algo grande porque era una Copa que la dominaba Europa y lo que se vivió en ese estadio de Obras en esa semana es algo que nunca olvidaré por la alegría que había de toda las personas que asistían a los partidos, no importaba de qué equipo fueran hinchas. Ese equipo era uno de grandes jugadores pero para mí lo más importante es que era un equipo de grandes personas, estrellas como Romano, Rafaelli, Cadillac, Frazier, Butler y todos los jugadores de ese equipo nos llevábamos muy bien, quizás el equipo de todos los que he dirigido que mejor comunicación he tenido individualmente. Era de verdad una familia".
El único problema que surgió antes del torneo fue la inoportuna lesión de Raffaelli. El escolta se rompió el tendón de aquiles unos meses antes, y en su lugar Meléndez eligió a Carlos Romano, uno de sus jugadores preferidos y al que dirigió años después en Unión de Santa Fe y la Selección Nacional, y gran figura del seleccionado de su provincia en el Argentino de 1982 disputado en La Pampa, en el cual guió a Tucumán a la final que perdió con Capital Federal.
Los protagonistas
Los equipos que arribaron a Buenos Aires para disputar la copa fueron los italianos Jolly Colombani Cantú y Simac Olimpia Milano, campeón y subcampeón europeo respectivamente; Peñarol de Uruguay y Monte Líbano de Brasil, campeón y subcampeón sudamericano; y la Universidad de Oregon State, equipo invitado por la ABAUSA.
Entre las figuras que le dieron brillo al torneo hay que destacar a Pierluigi Marzorati y Antonello Riva (Cantú), Dino Meneghin, Roberto Premier y Mike D’Antoni, ex entrenador de Los Angeles Lakers (Milano), Maury, André, Israel y Cadum (Monte Líbano), A.C. Green y Charlie Sitton (Oregon State), y Hebert Nuñez, Bo Jackson, Thomas Glenn (Peñarol).
A todos ellos hay que agregar al prestigioso entrenador Dan Peterson, quien llevó al Milano al título europeo cuatro años después. En este entonces ya había ganado dos veces la Lega de Italia, en 1976 y 1982, además de haber dirigido a la Selección de Chile entre 1971 y 1974.
El torneo
Se jugó una sola fase con el formato todos contra todos y durante cinco días seguidos. Cada jornada llevó el nombre de un jugador histórico. Así se sucedieron las “fechas” Rubén Francisco Menini, Adolfo Rubén Perazzo, Jorge Oscar Martín, Carlos Alberto Pellandini y Jorge Aníbal Becerra.
En la primera fecha el Cantú mostró sus credenciales y derrotó por amplio margen a Peñarol (92-74), Monte Líbano hizo lo propio ante el Milano (81-65) y Obras se impuso a la Universidad de Oregon State (92-77). Sin embargo los argentinos no pudieron dar rienda suelta al festejo, porque Eduardo Cadillac sufrió una lesión que le impidió afrontar el resto del torneo en plenitud. Esta situación le permitió a Carlos Romano jugar más tiempo como base, algo que cumplió a la perfección para convertirse en el líder del equipo y terminar erigiéndose en la principal figura de la copa.
Al día siguiente se produjo la primera sorpresa del torneo, mientras el Milano le propinó la segunda derrota a Peñarol (97-92), los estadounidenses le tomaron la mano a las reglas FIBA y le ganaron al Cantú por la mínima diferencia en un final muy cerrado (76-75). Obras cerró la jornada con un triunfo ante Monte Líbano (91-86).
El jueves 22 de setiembre Obras siguió su paso arrollador, y lo hizo con una goleada ante Peñarol (104-81). El Cantú ganó el duelo italiano ante el Milano (88-82), y los brasileños del Monte Líbano vencieron a los universitarios de Oregon State (68-65).
La combinación de resultados al final de la cuarta jornada, determinó que los únicos que tenían posibilidades matemáticas de levantar la copa eran Obras (4-0) y Cantú (3-1). Atrás habían quedado sin chances Monte Líbano (2-2), Milano (1-3), Peñarol (1-3) y Oregon State (1-3).
La noche de la consagración
Llegó el día decisivo, el sábado 24 de setiembre de 1983, cuando 6.000 almas colmaron el estadio de Av. del Libertador de la Ciudad de Buenos Aires. Obras construyó el triunfo desde el inicio con una impecable defensa. Romano controló a Riva, la principal vía de gol del conjunto italiano, pero al mismo tiempo fue importante para castigar con su tiro de larga distancia el aro del Cantú. Butler y Frazer se hicieron dueños de los acrílicos, mientras que Barhnill y Pellegrino realizaron un gran aporte saltando desde el banco.
En la primera mitad el partido estaba prácticamente sentenciado, Obras se fue al descanso largo con una ventaja de dieciséis puntos (44-28), cifra que llegó a ampliar hasta veinticinco promediando la segunda mitad (65-40). El Cantú nunca le pudo tomar la mano al sistema defensivo implementado por Flor Meléndez. Por contra partida Obras fue un equipo solidario y que tuvo en claro el objetivo desde el salto inicial.
El partido se definió mucho antes del final. Los presentes deliraron esperando el sonido de la chicharra para meterse en la cancha a festejar con los jugadores, mientras que aquellos que estaban a kilómetros de distancia lo disfrutaron con el relato característico de Edgardo Román Gilabert, quien llegó con la garganta al límite gritando "doble, doble, doble" cada vez que definían Romano (18) o Pellegrino (20), los máximos artilleros del último partido.
Ese sábado 24 de setiembre de 1983, Obras Sanitarias inscribió la página más rica de su historia, y logró alcanzar el máximo galardón de un equipo argentino en el contexto internacional. Lo hizo en un tiempo que competir contra los mejores del mundo era una empresa muy compleja, y con escasas posibilidades de éxito. Argentina afrontaba los últimos años de un básquet centralizado y sin posibilidades de crecer, mientras que la Liga Nacional era una criatura en gestación que obviamente aún no había podido ver la luz. Por eso, a treinta y cuatro años de aquella consagración, el título de Obras cobra mucha más importancia de la que tuvo en ese momento.
Roberto Martín / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @robertofmartin
17º Copa William Jones 1983 - Posiciones Finales
Pos |
Equipo |
P.J. |
P.G. |
P.P. |
T.F. |
T.C. |
Dif. |
1 |
Obras Sanitarias (Argentina) |
5 |
5 |
0 |
460 |
395 |
+65 |
2 |
Jolly Colombani Cantú (Italia) |
5 |
3 |
2 |
413 |
402 |
+11 |
3 |
Peñarol (Uruguay) |
5 |
2 |
3 |
448 |
465 |
-17 |
4 |
Simac Olimpia Milano (Italia) |
5 |
2 |
3 |
409 |
420 |
-11 |
5 |
Monte Líbano (Brasil) |
5 |
2 |
3 |
415 |
413 |
+2 |
6 |
Oregon State University (Estados Unidos) |
5 |
1 |
4 |
366 |
416 |
-50 |
El plantel campeón
Nº |
Jugador |
Puesto |
Altura |
Edad |
Lugar de Nacimiento |
4 |
Esteban Camisassa |
Ala |
1,97 |
23 |
Córdoba |
5 |
Héctor Campana |
Escolta |
1,87 |
18 |
Córdoba |
6 |
Ricardo De Cecco |
Base |
1,93 |
19 |
Salta |
7 |
Javier Tilatti |
Escolta |
1,95 |
21 |
Santa Fe |
8 |
Carlos Romano |
Escolta |
1,94 |
26 |
San Miguel, Tucumán |
9 |
Vicente Pellegrino |
Ala |
1,96 |
24 |
Mendoza |
10 |
Rolando Frazer |
Ala-Pivote |
2,01 |
25 |
Panamá - PANAMA |
11 |
Alejandro Gallardo |
Ala |
1,96 |
21 |
Rosario, Santa Fe |
12 |
Eduardo Cadillac |
Base |
1,82 |
29 |
Villa Ballester, Buenos Aires |
13 |
Gabriel Milovich |
Pivote |
2,00 |
23 |
Roque Sáenz Peña, Chaco |
14 |
Mario Butler |
Pivote |
2,01 |
26 |
Panamá - PANAMA |
15 |
Norton Barnhill |
Ala |
1,96 |
30 |
North Carolina - ESTADOS UNIDOS |
Entrenador: Flor Meléndez. Asistente Técnico: Guillermo Vecchio.
El camino al título
Jornada |
Fecha |
Rival |
Resultado |
1 |
20/09/1983 |
Oregon State University (Estados Unidos) |
92-77 (44-34) |
2 |
21/09/1983 |
Monte Líbano (Brasil) |
91-86 (46-36) |
3 |
22/09/1983 |
Peñarol (Uruguay) |
104-81 (41-37) |
4 |
23/09/1983 |
Simac Olimpia Milano (Italia) |
84-75 (43-37) |
5 |
24/09/1983 |
Jolly Colombani Cantú (Italia) |
89-76 (44-28) |
Notas Relacionadas
Obras, una institución centenaria
Obras Basket batió el récord de puntos de la temporada
Paliza memorable de Obras ante un apático Quimsa: 116-89
Con un gigantesco show de Zanzottera, Obras despertó y goleó a Bahía
Obras se equivocó bastante, pero igual se lo llevó 78-75 ante Argentino
Con un enorme Quinteros, Regatas se recuperó en Obras: 79-74
Obras cambió la suerte de los cierres: enorme 97-95 a Instituto
Primer triunfo del ciclo Arduh en Atenas: 90-71 ante Obras Basket
Mientras sueña con Delfino, Obras cortó a Samuel Haanpaa
Pérez se robó un final épico y desató la fiesta en Boca: 87-86 a Obras