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Cuando uno es chico sueña. Y esos sueños, al crecer, uno se da cuenta que tiene que trabajarlos y no desistir hasta lograrlos hacerlos realidad. Y Lucas Mercandino puede dar fe de eso.

Para quien no lo conoce, el propio hizo un breve repaso de su vida: “Polo López fue un gran influyente en todo esto hasta que llegué acá. Empecé jugando en Córdoba, de donde soy nacido. Empecé en Santo Tomás, después pasé por Maipú y el mayor cambio que di fue cuando pasé a Bolivar de Carlos Paz. Ahí con Polo y los otros entrenadores a su lado me ayudaron mucho. Después tuve un paso por Comunicaciones, donde jugué la Liga de Desarrollo el año pasado, hasta que se me dio para llegar a La Salle University”.

Y hacíamos alusión a los sueños de chico, porque Lucas lo tenía claro desde muy joven: “Desde los ocho años siempre tuve este deseo de irme a estudiar a Estados Unidos y seguir jugando al básquet, pero era un sueño de chico por así decirlo, no lo tenía muy en claro hasta el 2019, cuando egresé del secundario y me propuse ver qué tenía que hacer para llegar”.

A partir de ahí el proceso no fue fácil: “Yo no tenía conocimiento de todos los requerimientos que tiene, que son un montón. Después de que me gradué vino el Covid y por temas económicos no podía afrontar ninguna beca que no sea completa, seguí entrenando con Polo López en el club, pese a que no podíamos jugar, hacíamos fundamentos. Después como no salía nada me fui a Comunicaciones para la Liga de Desarrollo, y gracias a poder jugar y conseguir videos, donde fuimos segundos, me llegó la posibilidad de llegar acá”.

Su llegada a la Universidad de La Salle se dio por una cuestión en especial: “Me interesó llegar acá por el entrenador, Fran Dunphy, es una leyenda en el básquet universitario, tenemos un staff de asistentes, preparador físico, kinesiólogo, que son del primer nivel, que muchas universidades que, a lo mejor, son de mayor nombre o tienen mayor ingreso económico, no tienen el staff que nosotros podemos llegar a tener con esta cantidad de gente importante que tenemos”.

No todo es básquet

No todo es lo deportivo, y Mercandino contó lo que estudia y la diferencia con la Argentina: “Una cosa que me gusta que en Argentina no lo he visto mucho es que estoy estudiando una carrera que es Comercio pero indefinido todavía. Te dan las materias básicas, un pantallazo común de todas las carreras de comercio, y después de un año o un año y medio, ahí puedo decidir qué es la orientación que quiero. Llegué en agosto, la idea principal cuando me reclutaron en abril era llegar en julio para poder hacer las summer session, pero por exámenes y visa, se atrasó y tuve que llegar unos pocos días antes del ciclo electivo”.

Y La Salle es un lugar idela para el joven cordobés: “Por suerte, una cosa que me gusta de la universidad es que no es extremadamente, como Temple que el campus es enorme, de 20 cuadras de campus. Y eso me vino bien para adaptarme rápido a ir a entrenar, a ir a clases. Estamos yendo a jugar o entrenar a canchas que te quedás asombrado con las instalaciones, comparado con Argentina”.

A su vez, contó lo que lo sorprendió: “Es impresionante cómo está todo organizado, todos tienen una función, no te falta nada. Vas a entrenar y ya tenés preparado el agua, después tenés la cena lista, vas al vestuario y tenés toda la ropa nueva para usar, la organización fue lo que más me sorprendió de todo”, y agregó que “las distancias en general me sorprendieron, viniendo de Córdoba, que es grande pero tampoco es la gran cosa, acá un viaje corto es de media hora”.

Mercandino tiene una meta a futuro, y por eso fue a la Universidad: “Desde chico quise ser jugador de básquet, pero nunca quise dejar de lado el estudio. Mi familia me inculcó el tema de siempre intentar estudiar, hasta estando en Comunicaciones me decían que estudiara, que me recibiera en mucho tiempo pero que algo estudiara. Esto me viene muy bien porque siempre quise jugar acá y estar jugando a un nivel buenísimo y al mismo tiempo la posibilidad de obtener un título. La idea es seguir jugando al básquet y una vez que me gradúe ya voy a tener un título en mano para el día que me retire ejercer de eso que me reciba. Va a ser un respaldo para el día de mañana”.

El básquet universitario, un nuevo mundo

“En lo deportivo me encontré varias cosas distintas en cuanto a las reglas, muchos cambios en cosas simples, en otras que por ahí son más raras. El tema que se pueda pedir minuto en cualquier momento, los tiros libres, que son cuatro defensores que se meten a agarrar rebote, varias cosas raras que me desconcentraron un poco, y pensaba que no era así. En cuanto a lo deportivo en sí, el juego es bastante distinto, es mucho más de uno contra uno y físico, si tenés una ventaja física la tratan de explotar, me tratan muchas veces de poner en el poste bajo porque saco ventaja por el físico, y se usa mucho más la velocidad, no tanta jugada como suele ser el básquet FIBA” contó Lucas sobre los cambios que vio.

La Salle está en la Atlantic 10, una Conferencia pareja, pero se cruza con varias grandes: “Tenemos bastantes roces fuera de conferencia que son con universidades muy buenas, sin ir más lejos debutamos ante Vilanova, que está en Big East. También tenemos cruces con Temple, y está muy bueno porque nos da mucho más roce, te cruzás con equipos buenos”.

Pero no todo es color de rosas y Mercandino está luchando para poder jugar: “Es un tema administrativo, que el staff está trabajando en eso, ya mandaron las cartas y estamos esperando la respuesta de la NCAA. Yo me gradué en 2019 y luego llegó la pandemia, estuve un año sin jugar, en 2021 yo empecé a jugar recién en noviembre, cuando arrancó la Liga de Desarrollo, entonces por ese tema de tiempo sin jugar, y después jugar 38 partidos con Comunicaciones, exceden el límite, entonces me están quitando un año de no poder jugar, pero mandamos el waiver para poder solicitar que ese año de covid, que a muchos se lo perdonaron, que me lo devuelvan por así decirlo”.

En cuanto al equipo, el cordobés contó que “el equipo es mitad nuevo y mitad viejo. Tiene una base de jugadores talentosos que vienen de años anteriores. El básquet universitario es de uno contra uno y lo más impactante fue llegar y ver que todos tenían fundamentos desequilibrantes. Me costó al principio adaptarme al tema de la defensa, pero creo que ya estoy mucho mejor. Somos un equipo bastante nuevo, que se está encontrando y vamos a ser muy buenos”.

Su paso por Comunicaciones resultó clave para poder tener menos tiempo de adaptación en lo deportivo, pero también en la vida en general: “Me sirvió mucho porque nuestro nivel de competencia interna era muy alto, teníamos jugadores muy buenos. Eso me sirvió para crecer deportivamente. También me sirvió para acostumbrarme a estar lejos de casa, es un cambio grande cuando pasás de estar con tu familia y amigos y no estar extrañando permanentemente ahora. El tener comunicación con algunos jugadores americanos de la Liga me sirvió para practicar el inglés, ver cómo me sentía hablando con ellos, si estaba perdido o si les podía seguir la conversación”.

En cuanto a su rol, Mercandino explicó que “Cuando me estaban reclutando me dijeron que lo que les interesaba era la parte ofensiva, que tomaba tiros, buenos lanzamientos. Después los mismos entrenadores me dicen que no ahorre tiros, que esa idea ya la tenía inculcada por Polo López en Bolívar”.

Por último, el argentino resaltó lo que espera de este año: “Quiero seguir entrenando y seguir creciendo deportivamente, aprendiendo de todo. Si me llegan a habilitar para jugar este año quiero aportar al equipo en lo que yo pueda, sobre todo ofensivamente que es la parte donde más les puedo sumar, y cumpliendo con los minutos que me toquen, estricto a lo que me diga el entrenador, en quien estamos en sus manos”.

Alejandro Malky / [email protected]
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