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La llegada de Zion Williamson a la NBA se suponía que era para marcar una época. Pero nada más lejos de eso hasta el momento. Es que el jugador desde el 2 de enero no disputa ningún partido, lo que parecía ser una lesión en los isquios de su pierna derecha se agravó y ahora tampoco estará disponible para el Play-in.

Y lo que se esperaba que fueran un par de semanas, ya lleva para largo. “Después de las evaluaciones, se determinó que Zion Williamson continuará con su regimen de rehabilitación y acondicionamiento. Seguiremos monitoreando su progreso” expresaron desde la franquicia el pasado 6 de abril.

Sin embargo, esperan tenerlo en la primera ronda en caso de clasificar, como expresó David Griffin: “El mejor panorama, si todo sale perfecto, es que quizás esté en posición de entrenarse la próxima semana antes de la serie de Primera Ronda o durante ella. Pero incluso tomará más de una práctica para volver a jugar”.

Lleva cuatro años en la competencia y tres con actividad, ya que se perdió una temporada entera, la 2021-22, por lesión en su pie. Esta campaña llevaba disputados 29 partidos con 26 puntos, 7 rebotes y 4.6 asistencias de promedio, números que responden a lo que se espera de él cuando está en cancha. El problema cae en que ha estado más tiempo afuera que adentro con la camiseta de los Pelicans.

En total en este tiempo en la NBA lleva 114 partidos solamente y ya comienza a ser un problema grande para un New Orleans que no tiene lo que fue a buscar cuando lo drafteó, ese jugador que lo lleve a la gloria.

Su caso ya recuerda al de otro uno del Draft como Greg Oden, elegido para ser el futuro de Portland y que solo logró disputar 105 partidos a causa de una gran cantidad de lesiones que lo llevaron a un retiro prematuro.

Estará en Zion y algún cambio de hábitos o encontrarle la vuelta para no terminar de la misma manera, como otro caso que prometió muchísimo y terminó quedando solo en eso.