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¿Y la igualdad? Curry cobró en la 21/22 3 veces más que toda la WNBA junta

15:59 16/10/2022 | El salario entre la NBA y la WNBA tiene diferencias escandalosas, que no se terminan de comprender. Incluso en Estados Unidos.

Curry cobró 210 veces más que Taurasi en la 2021/22, siendo ambos los mejor pagos de la NBA y WNBA, respectivamente (Getty)

Aunque la NBA le viene poniendo bastante energía al desarrollo de la rama femenina del básquetbol profesional de los Estados Unidos, después de 25 años (comenzó en 1997), no ha logrado convertirla en una competencia económicamente poderosa. 

De todos modos, hay cuestiones que suenan increíbles para una organización que siempre se ha caracterizado por estar en el detalle, buscando generar crecimiento de dinero, tanto de ganancias de los propietarios como de salarios de los jugadores. Sin embargo, en la WNBA todavía existen algunos criterios poco convincentes. 

Más allá de reglas un tanto absurdas, como impedir que un equipo viaje en avión privado a los partidos, para no tener ventaja sobre otros, los topes salariales son también un número que no se entiende bien. El tope salarial individual en la WNBA es de 228.094 dólares. Un salario bajo, pero ese no es el primer problema, sino que, por ejemplo, una entrenadora WNBA, del equipo campeón, por cierto, se lleve ella sola un millón. Esto es, 4 veces el salario máximo de las jugadoras. Eso ocurrió con Becky Hammon este año. 

Cuando nos metemos en comparaciones con los varones, la indignación femenina crece. El salario promedio de las 151 jugadores de la pasada campaña de la WNBA, según NBC Sports, fue de 102.751 dólares. Esto significa que el total salarial entre las 151 jugadoras alcanzó 15.5 millones de dólares. 

El jugador mejor pago de la NBA 2021/22, como viene ocurriendo desde hace años, y seguirá sucediendo en los próximos, fue Steph Curry, con un sueldo de 48 millones, es decir, 3.1 veces el total de la WNBA. O, dicho de otra forma, 210 veces más que las jugadoras mejor pagadas, que fueron Diana Taurasi, Breanna Stewart y Jewell Loyd. Suena a demasiado. Evidentemente, el atractivo del básquetbol femenino no ha rebotado desde lo económico en Estados Unidos, y allá no dan vueltas. Se reparte lo que se genera. Sin excepciones. 

Fuente: 
NBC Sports

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