Wilt Chamberlain, el gigante ofensivo que sus equipos no querían
11:00 24/02/2025 | Chamberlain fue, probablemente, el animal más enorme que haya tenido el básquet mundial, en ataque. Sin embargo, 2 de sus 3 equipos se lo sacaron de encima.
La Bestia. No hubo nadie como él. Hubo mejores, claro, pero como él, ninguno. Hablamos de Wilton Normal Chamberlain, el portento físico adelantado varias décadas a su tiempo, con 2.16 metros y un atleticismo inédito. Fue durante mucho tiempo el máximo anotador de la historia de la NBA (Abdul-Jabbar lo superó 10 años después de su retiro), pero además mantiene hasta hoy el segundo mejor promedio de puntos por partido de todos los tiempos, 30.07, apenas 5 centésimas abajo de Michael Jordan (30.12).
Sin embargo, Wilt no era fácil de sobrellevar. Él tenía un ego único, pero cargaba con la mochila de perdedor, a manos de su opuesto en todo: Bill Russell. Mientras que el de Boston ganó más anillos que nadie en la historia (11), Wilt apenas ganó 2. Durante la temporada 1964/65, el pivote mostraba números asombrosos: 38.9 puntos por partido y 23.5 rebotes. Claro que los Warriors iban últimos (así acabarían), por lo que el 15 de enero de 1965, dirigentes de San Francisco Warriors (se habían mudado allí), se juntaron con los de Philadelphia Sixers y acordaron el trade de Wilt por algo de dinero y 3 jugadores correctos, pero no figuras (Paul Neumann, Connie Dierking y Lee Shaffer).
En los Sixers, Wilt consiguió su primer anillo a los dos años de arribar (1966/67) y parecía ir todo viento en popa. Tres campeonatos completos, 3 MVP de serie regular, 1 anillo, MVP de Finales de 1967 aunque en esa época no se entregaba... pero era Wilt. Años después, el dueño de los Warriors, Franklin Mieuli, le dijo a Tex Maule de Sports Illustrated: "Chamberlain no es un hombre al que sea fácil querer. No quiero decir que personalmente no me guste. Es un buen amigo mío. Pero los aficionados de San Francisco nunca aprendieron a quererlo. Supongo que la mayoría están a favor de los débiles y los desvalidos, y Wilt no es ninguno de ellos. Es fácil odiarlo, y éramos la mejor opción de la NBA como visitante, porque la gente venía a verlo perder. Lo traspasé por hechos fríos y duros: estaba haciéndole ganar dinero para todos menos a mí".
Conclusión, con los Sixers le pasó algo parecido, aunque en realidad aquí fue Wilt el que quiso irse, porque quería volver a ser campeón, ya sin la sombra de Russell, y los Lakers eran el equipo y la ciudad perfecta para él. De hecho, amenazo con irse a la ABA si no lo canjeaban. Jack Ramsay, en ese momento GM de Phila, aceptó y lo mandó en 1968 a LA por Darrall Imhoff, Archie Clark y Jerry Chambers. Otra vez, 3 jugadores correctos, pero no más que eso.
En definitiva, Wilt, que era el jugador más desequilibrante de todos los seres vivos, nunca pudo confirmar su valor en los trades, porque en la primera se lo sacaron de encima y en la segunda su presión obligó a darlo por nada. Él, a la larga, se dio el gusto. Con los Lakers llegó a 4 finales, pero ganó solo 1, en 1972, donde Wilt fue el MVP, ahora oficial. Allí terminó su carrera, exhorbitante, el gran Chamberlain.
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