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Steve Kerr, actual entrenador de Golden State Warriors, es un ganador nato. En su etapa como jugador logró cinco anillos de campeón con dos franquicias distintas: Chicago Bulls y San Antonio Spurs. Fue parte del recordado equipo liderado por Michael Jordan y fue partícipe de las últimas tres consagraciones.

A lo largo de su carrera como jugador, Steve jugó más de 900 partidos en temporada regular y apenas 30 de ellos fueron como titular, es decir que gran parte de su exitoso recorrido como jugador, fue desde el banco de suplentes, convirtiéndose en uno de los sextos hombres mejores valuados de la historia.

En su rol de entrenador, Kerr trató de transmitirle sus experiencias a sus jugadores. En un reciente viaje a Estaña, antes que comience la nueva temporada de la NBA, Steve habló sobre la función, la importancia y el protagonismo de los suplentes.

"Steph Curry es la imagen perfecta de alegría y competitividad. Cuando lo ves jugar, lo ves con una sonrisa pero también cuando está en el banco de suplentes: corre por todo el banco, va agitando la toalla, siente tanta alegría por sus compañeros que genera un trabajo en equipo bonito y maravilloso”, comenzó Steve hablando sobre su jugador estrella en los Warriors.

Luego continuó: "Jugué 15 años en la NBA y solía ser suplente. Como entrenador, me idéntico mucho con los jugadores que no juegan tanto. Lo más importante que descubrí siendo suplente cuando te entregas a tu equipo y a tus compañeros es que te haces más valioso”.

Posteriormente hizo mención a la dificultad pero la importancia que tiene mantenerse concentrado para esperar su oportunidad: "El éxito se vuelve más probable cuando te entregas por completo, es una paradoja. Es difícil, no juegas por cuatro o cinco partidos pero tienes que entender que tu energía y tu rol en el equipo es crucial para el éxito”.

Kerr hizo mención a los distintos equipos que integró como jugador y como entrenador, en todos ellos, la figura principal de la franquicia era la encargada de integrar a todos: "Eso es lo que aprendí como jugador y entrenador: todo el mundo formaba parte y estaba involucrado. Gente como Tim Duncan, Steph Curry o Michael Jordan siempre hacían sentir a todo el mundo que eran parte del equipo y luego los chicos como yo, los chicos del banco de suplentes, siempre estaban listos para su oportunidad".

Por último, sintetizó: "Cuando tienes eso y todo el equipo está en sintonía, ahí consigues el mayor éxito, la mayor diversión y todo el mundo se beneficia al máximo".