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Golden State Warriors ha sido una montaña rusa en la última década. De ser uno de los peores equipos en la temporada 2011/12, a jugar cinco finales seguidas (y ganar 3), a quedar afuera de los playoffs en las dos últimas. Todo en los últimos 10 años. 

El tema ahora es que el año que viene (2022), vence el contrato de Steph Curry y los Lakers ya se relamen con la chance de manotearlo si es que GSW vuelve a fracasar en su intento de ir por el campeonato nuevamente. Si bien volverá Klay Thompson, la realidad es que hace dos años que no juega y no se sabe cómo estará. Con el plantel actual, no les alcanzó, por eso planifican el operativo seducción. 

Joe Lakob, dueño mayoritario de la franquicia, ha declarado hace poco que quieren mantener a Steph, pero que si se va, seguirán siendo buenos amigos, como ocurrió con Kevin Durant. El punto es que si pierden a Curry, volver a armar un equipo campeón parece sumamente difícil. Y ese éxito fue el que provocó que Golden State sea hoy la tercera franquicia más valorada de la NBA, solo detrás de Knicks y Lakers. Si se va Curry, ese valor puede desplomarse, y Lakoc no come vidrio. 

Por eso, empezaron a moverse y le apuntaron a una movida que puede ser la que los americanos llaman win-win y ambos ganan: Pascal Siakam. El camerunés tiene dos años más en Toronto, pero encaja justo en lo que necesita Golden: un 5-4 con jerarquía, juventud (27 años), energía y ganas de volver a ganar, como los Warriors. 

Toronto está en proceso de reconstrucción, sobre todo si se va Lowry, y lo que Golden tiene para ofrecerle también le calza justo: James Wiseman, el pivote de 20 años y 2.13 que los Warriors se llevaron del draft 2020 y que sería perfecto para que los Raptors armen su futuro a su alrededor. Podrían adosarle el pick 7 de GSW en el próximo draft para armar un combo muy aceptable. Y a los Warriors igual les quedaría otro pick de primera ronda, el 14. A abrir las orejas en los próximos días.