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Stephen Curry es, sin dudas, uno de los mejores jugadores de la actualidad en la NBA y de la historia. El base lideró a Golden State Warriors a conseguir el anillo de campeón en la última temporada y así sumar el cuarto personal con la franquicia de San Francisco. Tras un par de años sin consagraciones, pudieron volver a lograrlo.

Steph es un imán. Ídolo absoluto. Genera mucha atracción con los fanáticos y en reiteradas ocasiones se lo pudo ver con los hinchas en la cancha, firmando autógrafos y sacándose fotos. También se lo suele ver junto a sus hijos y su mujer, mostrando su faceta de padre de familia.

Pero la madre de Steph también juega un papel trascendental en su vida. Sonya reveló en un libro publicado hace pocos días bajo el nombre de “Fierce Love: A Memoir of Family, Faith, and Purpose” una historia desconocido y sorprendente.

Sonya contó que tuvo un embarazo durante la secundaria y decidió abortarlo. Al poco tiempo, se enteró que nuevamente estaba en la dulce espera y todos los caminos se dirigían hacia el mismo desenlace. Estaba ingresando a una clínica en Planned Parenthood cuando sintió que el Espíritu Santo intervino.

“No podría haber Stephen Curry… si hubiera pasado por eso, no habría existido Wardell Stephen Curry el segundo. Sabes, Dios tenía un plan para ese niño, y, solo el espíritu intercediendo en ese momento, de una manera que ni siquiera sabía que estaba sucediendo en ese momento… simplemente me habló nuevamente del propósito de la fe”, confesó.

Sonya contó cómo fue ese momento: “¿Cómo describirlo? Es solo por fe, ‘Bueno, no quiero hacer esto porque tal vez no haya una segunda oportunidad. No quiero volver a tomar este camino, y sé que tengo que confiar en Dios, que me ayudará a sacar adelante a este niño”.

La madre de Steph expresó el motivo por el cual se decidió a escribir el libro y contar esa historia: “Escribí ‘Fierce Love’ para compartir mi historia, mi testimonio y mi experiencia para que otros puedan encontrar fuerza y ​​propósito en sus propios viajes. Quiero animar a otros a orar continuamente, vivir intencionalmente, amar ferozmente y reír todos los días”.

El base de los Warriors siempre tuvo palabras de admiración hacia su madre: “Desde el principio, mi mamá ha sido una roca de aliento, fe, disciplina y gratitud para mí y para mis hermanos”. Además, Stephen contó el motivo de su festejo cuando convierte y el significado que tiene: “Me golpeo el pecho y señalo el cielo, simboliza que tengo un corazón para Dios, algo que se nos ocurrió a mi mamá y a mí en la universidad. Lo hago cada vez que piso la cancha como un recordatorio de para quién estoy jugando. La gente debería saber a quién represento y por qué soy quien soy, y eso es por mi Señor y salvador”.