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Chicago Bulls renovó sus esperanzas para esta temporada de ser protagonista. De la mano de las llegadas de DeMar DeRozan y Lonzo Ball, sumado a Zach LaVine y Nikola Vucevic, el conjunto de Billy Donovan inició de la mejor manera la campaña y lleva cuatro victorias en igual cantidad de partidos.

Estos cuatro triunfos seguidos son una marca que la franquicia de Illinois no lograba desde la temporada 1996/97, con Michael Jordan aún en el equipo. Esto marca un poco lo que ha sido el rumbo del equipo a lo largo de 24 años.

“Una de las razones por las que decidí venir a Chicago fue que todos estaban ansiosos por tener éxito, por ganar. Todos tenían ese chip en su cabeza, desde la ciudad hasta la organización y también los jugadores con los que hablé. Esa era la mentalidad de todos, ahora se trata de ganar sobre el parqué. No estamos en una etapa de desarrollo, queremos ganar ahora” evaluó DeRozan.

Sin embargo, el ex Toronto Raptors y San Antonio tiene los pies sobre la tierra: “Empezar 4-0 es genial, pero tenemos mucho más baloncesto por delante. No podemos llevar este récord como si fuera una especie de insignia de honor; tenemos que entender que el próximo partido será aún más difícil”.

Los próximos seis partidos subirán la vara de dificultad, dado que tendrán que enfrentar a New York Knicks, Utah Jazz, Boston Celtics, Philadelphia Sixers y Brooklyn Nets, todos protagonistas.