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La temporada 2024-25 de New Orleans Pelicans se convirtió en un desastre prematuro debido a las lesiones, y Zion Williamson, una vez más, ha sido protagonista de este calvario. El ala pivote apenas disputó 13 partidos en el curso y, pese a haber llegado en la mejor forma de su carrera, nuevamente ha sufrido ausencias prolongadas. En este contexto, la franquicia decidió tomar medidas para preservar su físico, prohibiéndole jugar en partidos en noches consecutivas, una situación que el propio Zion explicó con una inusual franqueza.

"Déjenme dejar esto claro para todos. Si pudiera jugar back-to-backs, lo haría. ¿Físicamente? Sí, puedo. Pero trabajo para los Pelicans. Ellos han decidido que, según los números, no es inteligente hacerlo ahora. Si así lo sienten, los respaldo en eso. Pero si pudiera jugar en un back-to-back, lo haría", declaró Williamson.

Zion says the Pelicans decided it isn’t ‘smart’ for him to play back-to-backs

“If I can play in the back-to-backs, I would. Physically? Yes, I can. But I work for the Pelicans."

(via @PelicansNBA) pic.twitter.com/cefiQ1kuQN

— Bleacher Report (@BleacherReport) January 30, 2025

Con promedios de 23.6 puntos, 8.2 rebotes y 5.0 asistencias esta campaña, su presencia podría elevar el nivel de un equipo hundido en el puesto 14 del Oeste con un récord de 12-36. Sin embargo, la franquicia parece más interesada en proteger su inversión a largo plazo y aumentar sus chances en el Draft 2025 que en competir en lo que queda del curso.

La situación de los Pelicans no solo afecta a Zion. Según Bobby Marks (ESPN), el equipo está obligado a realizar un movimiento antes del cierre del mercado para evitar pagar impuesto de lujo, con Brandon Ingram como principal candidato a salir. Su contrato expiring y el mal presente del equipo lo han convertido en pieza de cambio, aunque las restricciones salariales complican su salida. Con el futuro del proyecto en duda y su máxima estrella frustrada, New Orleans parece encaminado a un inevitable punto de quiebre.