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El 4 de abril de 1988 es un día que pasó a la historia porque Jordan jugó un increíble partido en el que Detroit Pistons no encontró la manera de parar al 23 de Chicago Bulls. Michael era una estrella que, desde su llegada a la NBA no paraba de mejorar. Ese encuentro derivó en que los Bad Boys no se vuelvan a permitir sufrir de nuevo el poderío de Michael Jordan, es por ello que comenzaron a aplicar al Jordan Rules.

Se enfrentaron en las semifinales de conferencia en la temporada 1987/88 y el resultado fue categórico, 4 a 1 para los Pistons. La clave del éxito estuvo en la defensa hacia Michael, donde allí nacieron las Jordan Rules.

Estas consistían en un sistema de defensa muy férrea sobre el jugador 23. Ideado por Isiah Thomas, uno de los jugadores más odiados por Jordan, la idea era que el escolta de los Bulls siempre estuviese defendido por dos hombres, gracias a un gran sistema de ayudas ideado por todos los Bad Boys.

Al principio los resultados fueron buenos. Los Pistons vencieron a los Bulls en las semis del 88 y en las finales de conferencia de 1989 y 1990 por 4 a 2 y 4 a 3 respectivamente. Pero a finales de la temporada 89 cambió la historia, gracias a la llegada del legendario Phill Jackson.

El mítico entrenador impulsó la creación del triángulo ofensivo entre Jorda, Pippen y Rodman, y fue imposible parar a esos Bulls. Las Jordan Rules sacaron los mejor del escolta y tuvo actuaciones maravillosas para guiar a su equipo a lograr una seguidilla de tres anillos entre 1991 y 1993. Este sistema ofensivo fue tan bueno, ya que le hizo mucho daño a los Pistons en las finales de conferencia del 91, donde los Bulls los barrieron por 4 a 0, para luego obtener su primer trofeo de campeón luego de vencer a los Lakers. Este cambio de la historia fue duro para Detroit y sobretodo para Isiah Thomas que por el enojo no saludo a Jordan al finalizar el partido. Esto decantó en una rivalidad mítica y en la no inclusión de Thomas en el Dream Team de 1992.