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Manu Ginóbili es un jugador clutch, con varios game winners y jugadas clave en los cierres de los partidos, como aquella mítica tapa a Harden en los playoffs. La costumbre de saber embocar la pelota en momentos definitorios tal vez le jugó una mala pasada en un duelo contra Portland en 2017. Manu metió hasta lo que tenía que errar.

Los Spurs recibían a los Trail Blazers en Texas. El equipo liderado por Damian Lillard ganaba por 108 a 105 y quedaban 2.5 segundos por jugarse. Las posibilidades de que el equipo de Gregg Popovich se llevara el partido eran ínfimas, sobre todo porque Manu tenía un tiro libre para lanzar que poco les servía.

El astro argentino se dispuso a errar el lanzamiento a propósito para poder tener una chance de convertir desde el perímetro y mandar todo a tiempo suplementario. Finalmente, y luego de rebotar en repetidas ocasiones contra el aro, el balón terminó ingresando y truncó las aspiraciones de los Spurs, que cayeron por 110 a 106.

"Sí, quería fallar ese tiro. Fue increíble. El primero parecía que iba bien, amagó con entrar y salió. El segundo lo tiré fuerte para ver si caía en manos de algún compañero. Ni siquiera sé cómo fue, ¿tocó el tablero? Ah, no importa. Entró. La chance de que me saliera era mínima, pero fue frustrante errar el que quería meter y meter el que quería errar", explicó Ginóbili en el post partido.

Este recuerdo surge a partir de una situación parecida que ocurrió este jueves en la Euroliga. El Alba Berlín perdía contra el Partizán por 91 a 89 y David McCormack tenía un tiro libre para que su equipo se pusiera a uno. El jugador del conjunto alemán lo quiso errar a propósito y lo metió sin querer. Finalmente, ganó el equipo serbio.

El tiro libre converitdo sin querer por Manu:

El tiro libre convertido sin querer en la Euroliga:
 

🫣 ¡Lo más surrealista de la jornada!

David McCormack intentó fallar a propósito el tiro libre, pero... pic.twitter.com/bvvBnXkh7u

— Eurohoops España (@EurohoopsES) December 12, 2024