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Luis Scola había logrado llegar a la NBA en la 2007-08, cuando Houston confió en él y consiguió sus derechos a través de un traspaso con San Antonio. Así las cosas, luego de toda una vida esperando para llegar ese ansiado momento, su debut se produjo en Los Angeles frente a los Lakers.

En el programa Caja Negra de Filo News, el argentino recordó ese momento tan esperado por él. “Pasó de todo en ese partido. Yo me moría de los nervios, tenía una pelota de béisbol adentro de angustia, y me imaginaba un debut épico, que iba a salir en todos lados, que se iba a hablar de mí”.

Y su locura fue en aumento: “En la entrada en calor empezaron a pasar todos los famosos y yo decía ‘qué es esto’. Cuando estábamos hablando con el entrenador pasó por el medio Jack Nicholson, nos saludó y se sentó más cerca que yo de donde estaba el entrenador (risas)”.

Pero no todo fue color de rosas. Es que el Gran Capitán terminó con una planilla de tres rebotes y sin tiros en exactamente 8.57 en cancha. En el libro El Abanderado, cuentan que calificó su debut como “horrible” y que pensaba que al otro día se iba a tener que volver a Argentina.

“Pensaba que iba a estar dificilísimo y que nunca iba a meter un punto en mi vida” contó Luis que pensaba también.

Pero algo pasó luego que le cambió el semblante, y el responsable fue nada menos que Yao Ming. “Cuando me subo al avión para ir a Utah, aparece Yao, mira la estadística, señala mi línea con el dedo y me dice ‘me ganaste’. Lo miré y me dijo ‘yo en mi primer partido hice cero puntos y un rebote’”.

“Me pareció una genialidad de su parte” cerró el gran Capitán.