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Larry Bird es uno de los mejores jugadores que tuvo la NBA a lo largo de la historia. Pero no solo se destacó en la mejor liga del planeta sino que también tuvo un buen pasar vistiendo la camiseta del seleccionado de Estados Unidos. Aunque siempre será recordado por lo que hizo con la pelota en sus manos, muchos de sus rivales también lo recordarán por lo que les habló. El multicampeón con Boston Celtics fue uno de los que más trash talk hizo.

Bird fue el líder de una de las dinastías más importantes de la NBA vistiendo la camiseta de los Celtics. Si bien no está, quizás, a la altura de Michael Jordan y LeBron James, no está muy lejos de ese nivel. Hizo lo que quiso con el balón en las manos sin importarle quién sea su oponente, quién esté delante de él, ni siquiera si tenía enfrente al mejor defensor de la NBA.

Dennis Rodman, además de sus locos peinados, su forma extravagante de vestirse y sus ataques de locura en medio de los partidos, también será recordado por ser uno de los mejores defensores que tuvo la NBA en toda su historia. Esto lo demostró, principalmente, en su primera etapa en Detroit Pistons. A lo largo de su carrera, el Gusano también vistió las camisetas de San Antonio Spurs, Chicago Bulls, Los Angeles Lakers y Dallas Mavericks. En dos ocasiones fue elegido como el Mejor Jugador y ocho veces incluido en el Quinteto Ideal defensivo.

A fines de los 80 y principios de los 90, con el recordado equipo de los Bad Boy de los Pistons, los duelos con los Celtics tenían un sabor a clásico del Este. Los partidos entre ellos tomaban mayor importancia y se jugaban como verdaderas finales, todos daban lo mejor de sí para vencer a su rival y si podían destrozarlo, mejor aún.

Hubo uno de esos tantos cruces que será recordado por siempre porque fue el día que, literalmente, Bird se burló de Rodman en cada minuto que estuvo en cancha. Larry sacó a desplegar todo su esplendor, hizo lo que quiso con el balón en las manos. Tras una conversión sobre la marca de Dennis, el de Boston pasó por el banco de los Pistons y le dijo a Chuck Daly, entrenador de Detroit: “¿Quién me está defendiendo Chuck? ¿Alguien me está marcando?”. Enseguida agregó: “Más te vale poner a alguien o meteré 60 puntos”.

Pero la faena de Bird continuaba y estaba encendido. Fue el propio Rodman quien recordó ese encuentro y contó: “Estaba encima de él, tratando de negarle el balón y todo lo que Larry hacía era gritarles a sus compañeros de equipo ‘estoy abierto’”. Larry no paraba, seguía anotando, seguía hablando. Dennis, para terminar, expresó: “Y él recibía, me daba un codazo en la mandíbula y anotaba el tiro en mi cara. Y le decía a mi entrenador ‘quita a este tío y saca a alguien que defienda un poco porque es muy fácil cuando juego tan liberado’”.