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Zaragoza festejó de local con una contundente victoria 96-68 sobre el Girona. La figura excluyente del encuentro fue Jilson Bango, quien desplegó un juego dominante en la pintura, anotando 27 puntos (su máxima anotación en Liga ACB), capturando 5 rebotes y alcanzando una valoración de 34. El pívot angoleño fue un verdadero dolor de cabeza para la defensa del Girona, que no encontró respuestas para frenar su potencia y verticalidad. Acompañando a Bango, Santi Yusta y Trae Bell-Haynes aportaron 11 puntos cada uno, contribuyendo al sólido funcionamiento ofensivo del Zaragoza. 

El segundo cuarto marcó el quiebre del partido. Zaragoza ajustó su defensa, elevó la intensidad y comenzó a construir una ventaja que sería decisiva. Dos triples consecutivos de Yusta y la conducción de Bell-Haynes ampliaron la diferencia a 11 puntos. Las pérdidas y la falta de efectividad en el tiro exterior perjudicaron al Girona. Tras el descanso, el dominio de Bango en la pintura se intensificó, tanto en la media distancia como en las transiciones. La superioridad en el rebote permitió a Zaragoza jugar con fluidez en ataque, sentenciando el partido con un parcial de 23-9 en el tercer cuarto. 

En el lado del Girona, la actuación de los argentinos fue dispar. Juan Fernández fue uno de los destacados del equipo con 13 puntos, 9 rebotes y un gran tapón. Maxi Fjellerup también aportó en ataque con 12 puntos, 8 rebotes y 2 recuperaciones. Juani Marcos sumó 2 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en un partido donde no tuvo tanta incidencia en el juego. Francisco Cáffaro, por su parte, tuvo una breve participación como titular, jugando poco más de cuatro minutos y registrando dos pérdidas. En resumen, una derrota dura para Girona, que suma su sexta consecutiva.

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