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Jaime Echenique irrumpió en la Summer League y se ganó un lugar en la pretemporada de Washington Wizards. El colombiano puede convertirse en el primero de su país en jugar en la NBA, pero le restó importancia al posible hito: “No siento ninguna presión. Ser primero, segundo o tercero de mi país no me interesa. Estoy aquí por mí, por mi familia y por las cosas que siempre luché y eso es lo primordial. Jamás he sido promotor de ser el primero porque lo importante es saber llevar las cosas de la mejor manera”. Además, el oriundo de Barranquilla agregó: “Hasta ahora ha sido bastante duro, ya estar en la Summer League y estar acá con las figuras, adaptarme al juego, a lo que el entrenador quiere, es muy diferente. Entonces se requiere un poco de adaptación en el sentido que tengo que aprender a leer a los compañeros. Han sido muy buenos para ayudarme cada vez que tuve preguntas, agradezco a los veteranos por ayudarme en ese sentido. Buscaré seguir aprendiendo cada día y seguir mentalizado en ese sentido”.

Echenique, por otro lado, valoró lo que puede aportarle al juego de Washington: “Mi juego interior y mi defensa han sido cosas que siempre han resaltado en mi juego en Europa, y si lo puedo traer conmigo para Estados Unidos, esas son las cosas que pienso que marcan la diferencia entre mi juego y el de otros jugadores. Espero que todo salga de la mejor manera y vean en mi algo que necesitan para poder ganar y tener en esta temporada”.

Por otra parte, marcó las diferencias entre la Summer League y estos primeros entrenamientos con el equipo de Wizards: “Son diferentes escenarios. La Summer League, con jugadores que llegan drafteados y otros que no llegaron, venir al training camp, con estrellas como Beal, Gafford, adaptarse a cómo juegan ellos y si o si al sistema que el entrenador quiere que el equipo juegue. Entonces creo que el ritmo de juego es algo que toma tiempo para adaptarse. Jugar con estrellas o jugadores importantes para el equipo es diferente porque son cruciales en el juego”.

El jugador, que viene de jugar en la ACB española, comentó lo que más le cuesta en su adaptación: “Lo más complicado es adaptarse al ritmo de juego que el entrenador quiere que uno juegue. Eso se toma con la experiencia y trato de mejorar todos los días en cada detalle. Obviamente la parte física es crucial también, pero pienso que hice un muy buen trabajo, entonces me siento muy bien preparado para estar acá”.

Por último, el interno sabe todos los obstáculos que tuvo que pasar para llegar a esto y no se los olvida: “Mis obstáculos han sido muchos. Vengo de una familia que trabajan 24/7 y no nací diseñado para estar donde estoy. Expulsados por la violencia y mis hermanos mayores que tuvieron que sacrificar sus estudios para contribuir con la familia. Me crié solo, me fui de casa a los 17 años, llegué al país sin saber el idioma, nunca le pedí un peso a mi padre. Lo que más me asusta es la lesión que tuve, porque de alguna manera se paraliza todo, un paso atrás para esperar que todo salga bien y vuelva a la normalidad. Me he levantado más fuerte y estoy acá que es lo más importante”.