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La búsqueda de un nuevo Michael Jordan no comenzó después del retiro de su Majestad, sino que desde su llegada misma hubo muchísimos jugadores comparados con la leyenda de Chicago Bulls. Uno de los más comentados fue el caso de Harold Miner, que llegó a la liga con el apodo de Baby Jordan en 1992, elegido por Miami Heat.

Cierto es que en la secundaria Inglewood en California, el base la dejaba chiquita y se destacaba partido a partido, con 27.5 puntos de promedio. “Sale a la pista con el número 23. Lleva unos pantalones cortos holgados a la moda. Y, por supuesto, saca a pasear su característica lengua. No, no es Michael Jordan el que asistirá a Cole Field House esta noche. Es Harold Miner” rezaba Baltimore Sun en 1990.

La primera conexión entre Miner y Jordan fue cuando se conocieron en un campus en 1986. Allí se cruzaron en un uno contra uno y el joven se puso rápidamente 4-0 arriba en el marcador. “Intenté un tiro en suspensión. Él atrapó el balón en el aire y me pasó por encima para hacer un mate. No volví a ver la pelota tras eso”. Así le puso los puntos el jugador de Chicago Bulls.

Las comparaciones lo acosaron constantemente, y crecieron cuando se convirtió en el máximo anotador histórico de la universidad de California del Sur. “Solo quiero ser el próximo Harold Miner” comentaba el joven en esos momentos.

Con estos antecedentes, sus características y 1.96 de altura, el base levantó expectativas de encontrar una nueva estrella a la altura de Jordan. Fue elegido en el Draft de 1992 en la posición 12 por Miami Heat.

Sus primeras dos temporadas tuvieron números medianamente decentes, con 10.3 y 10.5 puntos de promedio, pero debajo de lo que se esperaba. En el medio, el base se destacó por lograr dos veces el torneo de volcadas del All Star Game, en 1993 y 1995. En su tercera temporada sus números cayeron en picada y terminó traspasado a Cleveland Cavaliers, donde jugó solo siete minutos por partido.

Solo cuatro años después de haber llegado a la NBA con todas las esperanzas a cuestas de miles que buscaban al nuevo Jordan, y después de no jugar en Toronto Raptors, Miner decidió retirarse con solo 25 años. Las comparaciones lo afectaron al punto que nunca más se supo algo cercano al básquet del bueno de Harold.