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El alemán Dirk Nowitzki es considerado uno de los mejores, sino el mejor, extranjero de la historia de la NBA. El ala pivot llegó en 1998 a la liga y se destacó desde el inicio, con toda una vida en Dallas Mavericks, a quienes les dio un título en 2011.

Su ídolo máximo era Scottie Pippen, a quien enfrentó en su campaña debut. Sin embargo, no esperaba lo que le sucedió al conocerlo en ese juego, cuando Dallas enfrentó a Houston Rockets. “Creo que fue en mi tercer partido cuando nos cruzamos con Scottie Pippen, que era mi ídolo. Era una sensación difícil, por un lado, estás jugando contra él y no podés creerlo, pero por otro tenía que dejar mis sentimientos a un lado. Eso fue difícil en mi primer año, tenía que dejar los posters de mi habitación de lado y jugar contra ellos, eso era lo loco. Pero me decepcioné mucho cuando lo enfrenté, era un arrogante de mierda” expresó Dirk años después de ese cruce.

A pesar de esa primera impresión, años después la relación entre el alemán y la leyenda de Chicago Bulls mejoró. Tanto es así que, en el último juego del interno, el propio Pippen estuvo presente en Dallas y hasta dio un discurso de homenaje.