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San Antonio Spurs gozó de uno de los mejores equipos de la historia, lograron construir una dinastía y así obtener varios anillos de campeón. Gregg Popovich fue el encargado de liderar a los texanos desde el banco de suplentes, mientras que el camino que comenzó de la mano de David Robinson, luego lo continuó Tim Duncan. El interno de Islas Vírgenes tuvo como sus principales laderos a Manu Ginóbili y Tony Parker.

Entre el oriundo de Islas Vírgenes, el francés y el argentino formaron el mejor tridente de la historia, sumaron cuatro anillos de campeón y un gran registro de cantidad de victorias. Tan importante fueron que los tres ingresaron al Hall of Fame de la NBA.

Parker fue el último en ser inducido y durante la ceremonia tuvo a los propios Duncan y Ginóbili como sus presentadores. El francés aprovechó el momento para contar una divertida anécdota con el interno y Gregg Popovich.

El francés expresó: “Comencé a escribir mi discurso la semana pasada y trataba de pensar por qué es tan especial para mi. Fue cómo… no podía dormir”. Enseguida continuó: “Es tan especial para mi, al mismo tiempo es fácil y difícil, entonces comencé por lo obvio. Para mi es el mejor ala pivote de la historia. Eso es lo obvio”.

Posteriormente agregó: “Lo que ustedes no saben es que tiene un súper poder en sus ojos. Él nunca habló para tener el balón. Nunca. Él solo miraba. Cuando vienes de Francia con 19 años y te miran así, terminas asustado cuando Tim te mira así”.

“Jugué con muchos compañeros con quién compartía el balón. Bruce Bowen estaba como: ‘Tony, estoy abierto’. Estaba abierto en la esquina y yo, cómo: ‘Hola, Bruce. ¿Cómo estás?’”, agregó. “Pero, Tim solo me miraba y yo como Pop me devolvía la mirada y con su mirada me decía: ‘Si quieres ser el base mañana, llama ya mismo esa jugada para Tim’. Y eso es porque Timmy es especial”.