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A lo largo de la historia de la NBA hubo muchos grandes equipos pero sin dudas que uno de los más impactantes y dominantes fue Golden State Warriors en su época dorada entre 2016 y 2019. Con Steve Kerr como entrenador y liderados por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green pudieron conseguir varios anillos de campeón.

Pero para la temporada 2016/17 sumaron a uno de los jugadores más determinantes del momento como era Kevin Durant, quien venía liderando a Oklahoma City Thunder aunque nunca había podido conseguir un anillo de campeón.

Ese año los Warriors fueron determinantes, imparables y jugando un nivel de básquet superlativo. Si bien les costó adaptar a Durant, cuando lograron amalgamar todas las piezas, fueron un gran equipo. Lograron salir campeones luego de superar a Cleveland Cavaliers en la final por 4-1 y tomarse revancha de lo sucedido el año anterior.

Aparte de Curry, Thompson y Green, Steve Kerr tenía a Andre Iguodala, Shaun Livingston, David West, Matt Barnes, JaVale McGee y Kevon Looney. Un equipo realmente increíble. Tan fuerte era el plantel de los Warriors y tan alto el nivel de juego que el entrenador tenía pocos motivos para preocuparse a la hora de entrenar.

Iguodala estuvo como invitado en el podcast “Par 3” y reconoció: "Cuando estábamos en nuestro apogeo, cuando teníamos a Durant y sabíamos que íbamos a ganar todos los partidos, entrenábamos a las 11 de la mañana… pero el entrenamiento duraba 20 minutos. Era solo: 'muy bien, asegurémonos de que estamos todos en la misma onda, vamos a preparar un par de jugadas nuevas y a ver algunos vídeos'. No entrenábamos más". 

Luego agregó: "Yo iba a las instalaciones a las ocho y media, desayunaba y a las nueve iba a hacer pesas al gimnasio. A las diez salía a la pista y hacía mi entrenamiento personal. Tiraba, preparaba mi físico, todo lo que necesitaba. Pero entonces llegaba el entrenamiento y era: '¿algo nuevo por aquí? Bien perfecto. Muchachos, ¿todo bien? Eso es lo que vamos a hacer hoy'. Ser un buen compañero, cuidar a mis chicos. A las doce menos cuarto estaba en el coche y a las doce y cuarto estaba jugando al golf”.