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Stephen Curry es un jugador que despierta pasiones y es ídolo de chicos y grandes. Todos los partidos que juega el equipo de la bahía, tanto de local como de visitante, tienen miles de fanáticos ansiosos por verlo tirar esos triples que maravillan al mundo. La historia de Bennett Hastings es la de un niño que asistió al encuentro del viernes entre Indiana y Golden State con ansias de ver a Steph.

Sin embargo, el Chef no estuvo presente en ese partido y esa ilusión que tenía Bennett, al igual que todos los niños que llegaron al encuentro, se disipó un poco. Lo lindo de esta historia nació del jugador que se acercó para que los chicos lo conocieran y se sacaran fotos con él.

Brian, el padre de Bennett, contó en Instagram lo que sintió con ese gesto del número 30 de Golden State. "Vimos que Steph no iba a jugar y tuve que encontrar la mejor manera, como padre, de contarle (a mi hijo) sobre esto sin que se enfadase. Mi hijo (Bennett) se lo tomó bien y me dijo: 'Está bien papá, lo veremos jugar la próxima vez'", comenzó contando en su página de Instagram.

"Entonces, un empleado de los Warriors se nos acerca y nos pregunta si queremos ir a la sala de prensa para conocer al mejor lanzador de la historia. Dijo que Stephen Curry se sentía muy mal por no jugar y que quería compensarlo de alguna manera por todos aquellos niños. El nivel de emoción que tenía mi hijo en ese momento es algo por lo que uno reza como padre", terminó de explicar Brian.

 

 

 

 

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