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Si es año de Juegos Olímpicos, la agenda va a estar marcada a partir de ellos. Las competencias se amoldan, los jugadores quieren estar y todo el mundo centra sus ojos en ellos. Los de París 2024, en particular, fueron una obra de arte, al menos en el baloncesto masculino. Estados Unidos se volvió a coronar, como casi siempre desde 1992; sin embargo, algo quedó claro: el resto del mundo quiere competir y, a futuro, las cosas pueden cambiar.

Los 12 mágicos que decidió llevar Steve Kerr fueron los siguientes: LeBron James, Stephen Curry, Kevin Durant, Joel Embiid, Jayson Tatum, Devin Booker, Jrue Holiday, Anthony Davis, Anthony Edwards, Bam Adebayo, Tyrese Haliburton y Derrick White. Kawhi Leonard se podría haber sumado para que todo fuera más espectacular, pero una lesión se lo impidió y apareció White.

El camino de Estados Unidos se transitó con tranquilidad hasta las semifinales. Victorias cómodas ante Serbia (110-84), Sudán del Sur (103-86) y Puerto Rico (104-83) en fase de grupos. En cuartos de final, reventaron a Brasil (122-87) con un gran partido de Booker y Edwards. La cosa se puso seria frente a Serbia en la revancha.

De entrada, Serbia hizo lo que quiso y castigó a Estados Unidos por todos lados, que no encontraba respuestas por ningún lado. Entre Bogdanović, Jokić y Avramović empezaron a derrumbar un camino que Estados Unidos construyó desde la redención en Beijing 2008. En el segundo cuarto, sacaron 17 puntos de máxima y venían haciendo todo perfecto, hasta que aparecieron las estrellas, que ganaron el último cuarto por 32 a 15 y, de manera heroica, se metieron en la final.

En el partido por el oro estaba Francia, de local y con todos los animalitos encabezados por Victor Wembanyama. El partido arrancó parejo, pero siempre dominó Estados Unidos, que, si bien no lo quebró en la primera mitad, se mostraba sólido. Steph, que no había arrancado bien, metió sus primeras 4 bombas en el tercer periodo para empezar a colgarse la medalla. Sin embargo, se levantaron los Galos y el Arena Bercy. De Colo empezó a ajustar, Estados Unidos comenzó a fallar y todo se complicó cuando el juego quedó 82 a 79 a favor de los norteamericanos. Sin embargo, el Chef sacó la cuchara y, con 4 bombas de otro planeta, le dio el oro a Estados Unidos, la décimoséptima de su historia y, tal vez, la última de LeBron James, el hombre del Año.