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Las Finales de la NBA destacan una narrativa notable de lealtad y éxito, ya que Dallas Mavericks y Boston Celtics presentan a sus estrellas nacidas y criadas en casa. Ambas franquicias han logrado retener y desarrollar a sus mejores selecciones de draft en jugadores fundamentales, una tendencia que viene dando frutos en los últimos años. Más curiosamente, todas estrellas elegidas terceras en sus drafts.

Jayson Tatum y Jaylen Brown, seleccionados por los Celtics en 2017 y 2016 respectivamente, se han desarrollado de manera constante hasta convertirse en uno de los dúos más dinámicos de la liga. Tatum, con su versatilidad en anotación y habilidades de juego, y Brown, conocido por su atletismo y destreza defensiva, han llevado a los Celtics a numerosas apariciones en los playoffs. Su química y crecimiento han culminado en las Finales de este año, destacando el éxito del compromiso de Boston de construir alrededor de sus seleccionados.

Luka Doncic, la adquisición del draft de 2018 de los Mavericks, ha sido nada menos que sensacional. Su juego integral, con una capacidad excepcional de anotación, rebotes y asistencias, ha impulsado a Dallas a la contienda por el campeonato. El desempeño de Doncic en los playoffs, especialmente su actuación dominante en las Finales del Oeste, donde promedió más de 30 puntos por noche

Estos ejemplos reflejan los éxitos recientes de equipos que han construido alrededor de sus estrellas seleccionadas, como Nikola Jokic y Jamal Murray con Denver Nuggets en 2023, Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green con Golden State Warriors en 2022 y Giannis Antetokounmpo con Milwaukee Bucks en 2021. Estas franquicias ejemplifican los beneficios de seleccionar bien en el draft y nutrir el talento para lograr el éxito a largo plazo.

Conseguir la permanencia de las figuras a menudo es complejo para las franquicias. Doncic coqueteó varias veces con la salida, por los equipos que se armaban alrededor de él. La ruptura del dúo Brown-Tatum también fue una constante en el lado de Boston, por la imposibilidad de concretar su gran nivel con un anillo. Al final, la paciencia da frutos.