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El mundo del básquet de Estados Unidos está de luto luego de una nueva pérdida. En este caso se trata de Caleb Swanigan, aquel joven que había derrotado a toda una infancia muy vinculada a las drogas y llegó a jugar en Portland en la NBA.

Según se informó, Swanigan falleció de causas naturales y su Universidad, Purdue, comunicó su dolor: “Estamos devastados. Nuestros pensamientos y rezos van a su familia y amigos. Perdimos a un alma gentil en la última noche. Te queremos, 'Biggie'”.

Swanigan había sido noticia en el 2021 luego de haber dejado la NBA y engordado 64 kilos en solo un año. En ese momento, quien salió a apoyarlo fue Damian Lillard, su excompañero, ante las críticas de los medios y las redes sociales.

Llamado “Hijo del Crack” por haber tenido una infancia con su padre adicto, Swanigan vivió hasta en cinco refugios entre Indianápolis y Utah, al cuidado de su madre y junto a otros cinco hermanos. Además de esa dura realidad, tenía que vivir episodios diarios de violencia de parte de su padre con su madre.

“Fui a cuatro escuelas de secundaria diferentes y probablemente a nueve escuelas de primaria” contaba Caleb. Pero allí apareció en su vida su salvador, Roosvelt Barnes, un exjugador de fútbol americano y representante de jugadores, que lo adoptó y le permitió salir de ese duro contexto.

Allí logró destacarse en Purdue en la NCAA y dar el salto a la NBA, aunque tuvo poco lugar en los Blazers y en los Kings, disputando solo 75 encuentros en tres temporadas. En 2021, ya alejado del básquet, fue arrestado por posesión de droga. Poco más de un año después, se conoce la pérdida de un joven que sufrió pero llegó a cumplir sus sueños a pesar de su durísima juventud.