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La NBA está hecha de grandes historias que fueron, pero también hay muchas que no fueron y que podrían haber cambiado el curso de las cosas. Una de las que no se llegaron a concretar porque seguramente hubiesen causado un estruendo importante, fue un intercambio multitudinario entre dos grandes franquicias de la conferencia Este.

Tras finalizar la temporada 2008/09 en la cual Boston Celtics perdió en semifinales de conferencia ante Orlando Magic, futuro finalista de la NBA, Danny Ainge, gerente de la franquicia del trébol, intentó dar un golpe de timón y hacer cambios profundos en una plantilla que venía de ser campeona en la edición anterior.

¿Qué hizo Ainge? A través de un funcionario hizo llegar un rumor a oídos de un integrante de Detroit Pistons para que hable con Joe Dumars, gerente de la franquicia de Michigan. La propuesta del directivo de los Celtics era enviar a Rajon Rondo y Ray Allen y recibir a cambio a Richard Hamilton, Tayshaun Prince y Rodney Stuckey.

Con este cambio, Boston buscaba hacer un recambio generacional y estaba dispuesto a liberarse de dos campeones, estrellas de la franquicia. Pero esta opción fue automáticamente desechada por los Pistons, aún sin llegar a ser una propuesta formal.

De haberse concretado, hubiese sucumbido a la NBA. ¿Qué hubiera pasado con Boston, que en la temporada siguiente, volvió a alcanzar las finales?