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Desde su llegada a la NBA, Jalen Johnson ha sido un ejemplo constante de progreso y superación. En apenas cuatro años, este joven pivote de los Atlanta Hawks ha evolucionado de ser un jugador secundario a convertirse en una pieza clave para su equipo. En su temporada de novato, Johnson promediaba apenas 2.4 puntos y 1.2 rebotes por partido, pero su dedicación y ética de trabajo han llevado a un crecimiento exponencial. En la temporada 2023-24, sus números saltaron a 16.0 puntos, 8.7 rebotes y 3.6 asistencias por encuentro, consolidando su rol como un jugador determinante en ambos lados de la cancha.

La importancia de Johnson en los Hawks se refleja en su capacidad para influir en todos los aspectos del juego. En la actual temporada 2024-25, está alcanzando su pico de rendimiento con promedios de 19.8 puntos, 10.1 rebotes, 5.6 asistencias, 1.1 bloqueos y 1.4 robos por partido, estadísticas que mejoró en cada uno de sus años en la NBA.

Su versatilidad lo convierte en un activo invaluable para el equipo, que ha logrado vencer a equipos como Cleveland y Boston, y está en las semifinales de la NBA Cup. Además, su capacidad para jugar en transición y su desarrollo como tirador de tres puntos lo hacen un arma letal en el ataque. Su porcentaje de tiros de campo al aro es de 73% una fija para convertir las asistencias del líder en la NBA en pases gol, Trae Young.

La constante mejora de Johnson no solo se debe a su talento individual, sino también a su consistencia dentro de un equipo de vaivenes. A pesar de tener solo 22 años, ya es considerado uno de los jugadores más versátiles de la liga. Su ya mencionado progreso lo fijan como uno de los candidatos al jugador más mejorado de la NBA. Con un contrato seguro y sin presión para alcanzar ciertos números, Johnson tiene todo el camino despejado para seguir creciendo y consolidarse como una de las estrellas emergentes de la Liga.