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En la previa del arranque de la temporada, eran pocos los que no apostaban por un Boca que se codeara entre los mejores. Apellidos como Balbi, Mata, Tucker, Schattmann y Mainoldi los ponían sin dudas entre los candidatos al título.

Sin embargo, no todo fue color de rosa, ya que tuvieron una primera mitad de campaña donde no colmaron las expectativas y la irregularidad fue la constante. Siete victorias en 15 partidos y una eliminación en la Liga Sudamericana que no dejó conformes a nadie terminó con la renuncia de Gonzalo García y la ratificación de Carlos Duro, su asistente, como entrenador principal.

A partir de allí llegaron 11 victorias en 14 partidos que lo impulsaron y lo metieron en el pelotón de los que pelean por un puesto en cuartos de final o, en su defecto, la localía en la reclasificación. Uno de los factores fundamentales de esta levantada es la localía. Hasta el 16 de enero debieron mudarse al Héctor Etchart de Ferro o al Antonio Rotilli de Lanús por las reformas del Luis Conde, pero en cuanto regresaron a la Bombonerita, lograron ocho triunfos en nueve partidos ante su gente.

Además, hubo un crecimiento desde la defensa. En esos primeros 15 juegos anotaban 84.8 puntos, pero recibían 82.7, mientras que en los últimos 14 partidos bajaron a 81.2 anotados, pero reciben un promedio de 76.1 puntos por encuentro. Todo esto con la baja por lesión de Marcos Mata por seis juegos, cuando venía siendo pieza fundamental, con promedios de 11.3 puntos y 5.1 rebotes, que se suman a un 63.8% en dobles y 49.3% en triples. En los últimos cuatro juegos ya está de vuelta y Boca creció aún más en ambos lados.

Para paliar su ausencia, los de Carlos Duro encontraron un rendimiento colectivo donde seis jugadores tienen doble dígitos de puntuación. Liderados por Franco Balbi, con 10.9 puntos y 4.9 asistencias, tienen al jugador más regular en Leo Schattmann, quien no solo hace su especialidad que es anotar, sino que también se ha destapado como un gran pasador, con 13 unidades y 3.3 pases gol.

Además, tienen a Dar Tucker como anotador con 14.6 puntos y un arma que los saca de apuros a partir de su fortaleza en el uno contra uno y la potencia física. Pero en la pintura no se quedan atrás, con Raven Barber (10.2 puntos y 4.6 rebotes) y Leo Mainoldi (12.2 puntos, 5.2 rebotes y un 40.5% de tres puntos). Además, encontraron un buen rendimiento de Jamari Traylor desde el banco, con 9 puntos y 5 rebotes de media desde su llegada.

Pero no todo queda ahí, porque Duro les dio mayores chances y responsabilidades a los jóvenes. Juan Martín Guerrero se asentó como suplente de Balbi y ya tiene una media de 15 minutos por juego, donde da intensidad en defensa y aporta buenos guarismos de 4.8 puntos. También tuvo algunas actuaciones interesantes Nicolás Stenta durante la ausencia de Mata.

Un Boca que ya se metió en el lote de los protagonistas y será un rival que nadie querrá enfrentarse en playoffs. Entre su gran calidad de jugadores y una Bombonerita que se llenó cada vez que han jugado allí esta temporada, serán un hueso muy duro de roer.

Alejandro Malky / [email protected]
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