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La creación de la Liga Nacional de Básquet en Argentina necesitaba mucha explicación para que se comprendiera su propósito y funcionamiento. La primera charla se organizó en Bahía Blanca, con el apoyo de Enrique Nocent, un fervoroso impulsor del proyecto y amigo de León Najnudel. Para llegar hasta allí, Najnudel propuso viajar en su auto en lugar de volar, prefiriendo la tranquilidad del viaje terrestre y usando el dinero de los pasajes para la nafta.

La charla en Bahía Blanca estaba programada para el viernes 29 de octubre de 1982, justo un día después de que Ferro, el equipo que dirigía Najnudel, enfrentara a Obras Sanitarias en un partido donde debutó Pichi Campana en Primera División. Después del encuentro, Najnudel, su asistente César David Putallaz y Osvaldo Orcasitas partieron en un Renault 18 hacia Bahía Blanca, confiando en un supuesto desvío que les permitiría acortar la distancia habitual.

El trayecto alternativo parecía prometedor, pero de repente se encontraron con un corte en el camino debido a un arroyo sin puente. Intentaron cruzarlo por los costados, pero las rocas lo hicieron imposible. Tras varios intentos fallidos y vueltas interminables, en medio de la noche y con localidades de nombres curiosos como Micheo y Mamaguita, decidieron esperar la ayuda de algún vehículo que pasara.

Afortunadamente, apareció un camión de transporte de ganado cuyo conductor les advirtió que estaban yendo en dirección contraria, se estaban yendo para General Alvear. Gracias a sus indicaciones, lograron retomar el camino correcto hacia Bahía Blanca. Con el tiempo, esta anécdota se popularizó en el ambiente del básquet, y Marcelo Milanesio inmortalizó la frase “Menos mal que paró el camión”, recordando que, de no haber sido así, quizá nunca se habría creado la Liga Nacional, que hoy cumple 40 años de su primer partido.