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El Atenas de Córdoba dominó la Liga Nacional entre 1987 y 1989, con un equipo lleno de talento que marcó una época inolvidable. Con Walter Garrone en el banco y figuras como Marcelo Milanesio, Germán Filloy, Palito Cerutti y Héctor Campana, el Griego logró el bicampeonato, consolidándose como el equipo más grande de esos años. Sin embargo, tras el segundo título en 1988, el panorama cambió de manera abrupta cuando el Pichi Campana, máximo anotador y MVP de las finales del primer campeonato, dejó el club para jugar en River Plate.

La salida del Pichi fue inesperada y dejó una huella imborrable en los hinchas cordobeses. En una entrevista con Vía Paraná, Campana recordó los detalles de su polémica partida: "Estábamos discutiendo el contrato, habían cambiado las autoridades en el club. Había que arreglar contrato nuevo y no nos poníamos de acuerdo". El tiempo apremiaba, y con el cierre del mercado de pases a la vuelta de la esquina, el goleador intentó aceptar la propuesta del club: "El mercado estaba en las semanas finales, el viernes cerraba el libro de pases. Entonces yo voy el lunes, obviamente no me quería ir. Éramos bicampeones de la Liga, el equipo estaba muy bien".

Sin embargo, sus intenciones chocaron con la decisión de la dirigencia de contratar a otro jugador. "Voy a hablar con el presidente, era un presidente nuevo, entonces hablo con otra persona para decirle 'Le quiero comunicar que acepto la propuesta del club' y me dice 'Lamentablemente dice el presidente que ya le dio la palabra al Chuzo González'". Así, el lugar del Pichi fue ocupado por Luis Chuzo González, una leyenda de la Liga y entrevistador del propio Pichi para la nota. Con el entrerriano, los cordobeces levantaron el título del 89, mientras que Campana debió encontrar un nuevo destino en tiempo récord: "Quedan cuatro días para que cierre el libro de pases y un amigo consiguió que me contratara River".

En Núñez, el cordobés brilló con un altísimo nivel en sus dos temporadas, incluso con un promedio récord 44 puntos por partido. A pesar de su éxito en Buenos Aires, Campana confesó su malestar por cómo se dio su salida: "La realidad es que me fui porque Atenas no me quiso" sentenció, dejando en claro que su corazón siempre estuvo ligado al Griego.

Pablo Catalá / [email protected] 
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