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El Campeonato Argentino de Mayores tuvo grandes torneos, y uno de los más recordados es el del 2000 disputado en San Francisco. Fue, a la postre, el último en reunir a las grandes figuras de la Liga Nacional y fue tal el nivel que fue televisado por ESPN, remarcando la importancia del evento. Y también significó la última vez de la dupla Marcelo Milanesio-Héctor Campana con una misma camiseta.

Y fue tan especial, y ambos lo tenían tan claro, que en la final Marcelo jugó con la número 5 y Pichi se puso la histórica 9. Allí fue victoria por 72 a 67 ante Buenos Aires y un festejo que aún hoy es recordado.

Un plantel cordobés dirigido por Medardo Ligorria y con otras grandes figuras como Leonardo Gutiérrez, Andrés Pelussi, Bruno Lábaque y Gabriel Riofrío. Pero no solo allí había una constelación, sino que el equipo bonaerense tenía a Carlos Romano como conductor y a Pablo y Fernando Rodríguez, Eduardo Dominé, Walter Storani y Diego Cavaco.

Además, en Santa Fe jugarón Walter Herrmann, Facundo Sucatzky, Diego Lo Grippo, Roberto López y Alejandro Burgos; en Tucumán lo hizo Lucas Victoriano; en Río Negro, Julio Mázzaro; en Chubut jugó Pablo Moldú y Entre Ríos sorprendió de la mano de Claudio Farabello y Paolo Quinteros.

Sin ir más lejos, del torneo salieron Gutiérrez y Herrmann como campeones olímpicos y Leo más Victoriano como subcampeones del Mundial 2002.

En la Voz del Interior, Marcelo expresaba su emoción: “Es un título inolvidable. Hace 20 años me junté con Pichi a jugar un argentino (de cadetes) y lo ganamos. 20 años después, jugamos otro Argentino y volvimos a ganarlo. Hace 35 años que estoy en la carrera del básquetbol y nunca recibí tanto cariño como acá en San Francisco. Esto para mí va a ser inolvidable”.

Por su parte, Pichi expresaba: “Costó mucho, pero nunca hay que darse por vencido. No lo hemos hecho nunca con Marcelo y hoy no podía ser la excepción. Si uno se pone a ver fue la mejor forma de terminar una historia de 20 años”.

A partir de allí los caminos de las leyendas se separaron. Marcelo siguió hasta 2002, retirándose con el título de la Liga y colgando las zapatillas de manera simbólica en el aro. Justo allí regresó Pichi, para jugar dos temporadas más y retirarse en el Griego luego de un paso por Boca.