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Los Pacers quedaron a un paso de la final al triunfar ante los Knicks con un cuarto juego de antología de Tyrese Haliburton y aportes claves de Pascal Siakam. Sin embargo, Rick Carlisle encontró un arma que parecía dormida y explotó en este duelo.

Bennedict Mathurin logró 20 puntos en solo 12 minutos, recuperando su nivel después de cinco partidos de muy baja participación. En sus primeros playoffs, el canadiense parecía fuera de ritmo en estas finales del Este, pero todo cambió en los 12.29 que estuvo en cancha, con 5/8 de campo y 10/11 en libres.

"Muchas personas dicen que LeBron James es grandioso. Quiero ver esa grandeza, no considero que sea mejor que yo, así que tendrá que probármelo en la cancha". Así se presentaba Bennedict Mathurin, nada más ni nada menos. Y este canadiense está demostrando en cancha, siendo uno de los dos rookies, junto a Paolo Banchero, que promedian más de 20 puntos por encuentro.

Este joven de 20 años es, nada más ni nada menos, el primer jugador que pasa por el NBA Academy de México y es elegido para disputar la mejor liga del mundo. Allí llegó en 2018. “Sabíamos que tenía un potencial atlético muy grande. No estábamos muy seguros de cómo iba a desempeñarse en nuestra academia. El hecho de que estuviera en México fue muy positivo para él, para que creciera como jugador, como persona, y la experiencia internacional influyó mucho. Cuando lo vi por primera vez sabía que teníamos a un jugador especial. Para ser honesto, mejoró muchísimo con el tiempo y eso es mérito completo de él” explicó Roese, entrenador de la academia, en conversación con el diario As.

De allí dio el salto en 2020 a la Universidad de Arizona, donde se cocinó poco a poco y terminó explotando en la 2021-22, con 17.7 puntos, 5.6 rebotes y 2.5 asistencias de promedio, mostrando una gran variedad de recursos como escolta o alero.

Pero en la previa a todo esto, el joven tuvo que sortear un durísimo momento. Tenía solo 11 años cuando salió con Dominique, su hermano mayor. Allí su hermano perdió la vida cuando lo chocó un automovilista y él perdió a su compinche. “Era el único jugador que era más fuerte que yo” contó en The Athletic.

A partir de allí el básquet fue su refugio y poco a poco se enamoró y convenció que sería su vida. Pero nada de lo que le pasa actualmente se esperaba del canadiense. Fue elegido en el puesto 6 del pasado draft, y allí ya demostró su personalidad: “Sé exactamente quiénes fueron elegidos antes que yo. No es nada, pero voy a asegurarme cada vez que piso una cancha de que sepan quién soy”.

Ya lejos de aquel draft, el canadiense quiere dar un paso adelante en estos playoffs y puede convertirse en otra arma importante para el perímetro de los Pacers de cara a lo que sigue.