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Gordon Herbert ha sido uno de los grandes entrenadores del último tiempo. Conductor de la Alemania campeona del mundo, ahora es uno de los grandes candidatos a pelear por medallas en París 2025. Sin embargo, no todo fue color de rosas para el canadiense, que debió luchar contra sí mismo y sus propios demonios.

Durante años tuvo una pelea para superar la depresión y adicción al alcohol, algo que mantuvo en secreto incluso antes los grandes logros que ha tenido en su carrera. Todo esto lo reveló en un libro llamado “Los chicos me devolvieron la vida”.

“Estaba en una etapa que no querría volver a experimentar nunca más” contó en charla con Agencia de Prensa Alemana. Y agregó sobre su peor momento: “Luché contra esto durante seis años. Ni siquiera sabía cómo había llegado a esto. El peor momento fue durante un campo de entrenamiento en la República Checa. No lo logré. No entendía nada y no podía hacer nada más. No podía comunicarme más. Después de eso, estuve dos semanas en un hospital psiquiátrico”.

Como el nombre del libro lo dice, sus propios jugadores fueron claves para superar estos problemas. “Jugadores como Mo Wagner ya me han dicho cosas muy positivas cuando dejaba ver mis emociones. Ahora ya pueden saber la historia y pueden entenderla de una forma diferente” afirmó.

Y la clave para él ha sido el poder decir “necesito ayuda”: “Es una frase muy sencilla, pero a la vez muy difícil de decir. Y todo por un falso orgullo y por vergüenza”.

En este contexto, Dirk Nowitzki escribió el prólogo del libro y expresó: “Creo que es muy valiente, y muy importante, que afronte así las cosas y hable tan abiertamente de ello. Significa que todos podemos aprender de lo que ha vivido, sacar provecho de lo que dice. Es muy bueno que en el deporte haya gente como él. Su sinceridad tiene que servir para que no olvidemos por qué el deporte es tan valioso para nuestras sociedades, por qué tantos chicos jóvenes quieren ser deportistas”.