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Argentina mostró toda su estirpe ganadora en el momento más indicado. Fue victoria por 69 a 64 ante Grecia en su casa, ante un OAKA repleto en contra, para meterse en semifinales, donde espera Estados Unidos.

Fabricio Oberto y Manu Ginóbili fueron los goleadores con 13 puntos cada uno, pero fueron claves los 12 de Pepe Sánchez y los sorpresivos 8 de Walter Herrmann, que apareció en un momento decisivo. En los locales no alcanzaron las 12 unidades de Nikos Khatzivrettas y los 11 de Theo Papaloukas y de Dimos Dikoudis.

Argentina tuvo un gran comienzo de Pepe Sánchez con dos triples que permitieron tomar la delantera. A partir de allí, los de Magnano se cerraron de buena forma en defensa, sobre todo en las líneas de pase, y tomaron el control del partido. A partir del 10-10, la albiceleste ensayó un gran 12-4 para cerrar el primer cuarto al frente por 22-14, con buena movilidad de balón y forzando hacia el aro para sacar faltas cerca del canasto.

En el segundo parcial, el equipo argentino perdió intensidad en ofensiva y estuvo muy incómodo ante la defensa griega que se extendió por todo el campo y también se concentró en cortar a un Oberto que lastimaba desde su misma presencia en la pintura. Desde allí, Argentina se encomendó en arrestos individuales que la tuvieron más de 4 minutos sin anotar hasta un doble de Oberto en la pintura a pase de Montecchia y luego con una gran cortina del pivote para un triple del base. Sin embargo, Grecia desde allí tomó el control con Papaloukas y pasó al frente. La albiceleste no pudo anotar más que un doble en 5 minutos y los dueños de casa se fueron al entretiempo en ventaja por 35-29.

El dominio desde la defensa de los locales se extendió en los primeros minutos del tercer cuarto, complicando el traslado de los sudamericanos. Allí, Argentina siguió desconectada de su característico juego colectivo y no encontró tampoco encendido a su as de espadas, Manu Ginóbili, y solo convertía desde la línea. En este contexto, el juego se complicaba cada vez más y la ventaja de los griegos llegó a una máxima de 11. Y allí se dio el ingreso de un hombre que nadie esperaba, quizás ni siquiera él mismo, el de Walter Herrmann. Con su habitual capacidad de romper esquemas y su habilidad el alero rompió con toda la gran defensa griega hasta ese momento. Sin embargo, Grecia apostó a cargar el rebote ofensivo (15 en total) y se mantuvo, pero el cierre le perteneció a una Argentina que recobró la memoria, movió el balón y lo igualó en 53 con un doble y falta y un triple de Pepe en los últimos minutos del capítulo.

Esa energía de Herrmann permitió refrescar a una Argentina que en el último parcial recobró su gran trabajo físico. A partir de allí recobró la ventaja en el marcador y sacó máxima de 6. A pesar de eso el juego friccionado en ambos costados no le permitió quebrar definitivamente el juego, con varios minutos sin poder anotar ambos hasta un doble largo de Ale Montecchia que fue clave a menos de 2 minutos. Desde allí la albiceleste no falló desde la línea, donde los nervios fueron de acero, y terminó festejando una sufrida clasificación a semifinales, donde espera un Estados Unidos revitalizado que viene de bajar a la candidata de muchos, España.

Boxscore oficial del partido