Superación

No existe lo imposible: el primer jugador de básquet sin piernas

11:00 23/11/2022 | Josiah Johnson va a octavo grado, tiene 13 años y su corazón no tiene límites. Esta es su increíble historia.

Josiah Johnson juega en la secundaria Moore.

Si bien existen infinitas historias de superación, la de Josiah Johnson está a otro nivel. A sus 13 años, el adolescente de la secundaria Moore de Estados Unidos juega al básquet sin piernas, demostrando que lo imposible solo está en la mente y que el corazón no tiene límites.

Josiah cursa octavo grado y nació sin piernas. Aun así juega al básquet con sus compañeros de equipo de su secundaria, algo que la mayoría de la gente renunciaría siquiera a intentarlo. A su corta edad, el joven tiene un temple de acero y no deja que su discapacidad lo limite a hacer lo que desea: jugar al baloncesto en un equipo de instituto.

El joven lleva jugando en el instituto de Oklahoma casi desde que ingresó por primera vez en el jardín de infancia, aunque ahora es la primera vez que lo va a hacer para un equipo. "Al principio, cuando estaba probando, pensaba: 'Si no lo logro, no lo logro'. Nada en contra de los entrenadores o lo que sea, no pasa nada", comentó Josiah a un canal de noticias local. "Cuando pasé el primer corte, pensé: 'Creo que puedo formar parte del equipo ahora'. Afortunadamente, lo logré".

El gran logro de Johnson fue ser incluido en el equipo de la escuela secundaria Moore. Y una vez que lo hizo, trató de disimular su euforia sobre todo delante de los entrenadores: "Traté de mostrarme lo más frío que pude delante de ellos, pero cuando entré en el gimnasio, no lo podía aguantar. Quería que mis compañeros lo supieran".

Daquan Boyd, entrenador del equipo de Moore, también habló y se refirió al orgullo de la institución: "Entrena a diario, sin faltar ni un día. Si tenemos que hacer sprints, él los hace con el resto. Es muy emocionante verle en la pista haciendo lo mismo que los demás". En el partido de su debut, Johnson no anotó, pero sí robó un balón, lo que propició un contraataque con canasta. Además, capturó un rebote y dio una asistencia.

"Es un orgullo que la gente te admire, pero es una presión pensar que hay tanta gente pendiente de lo que haces", expresó el joven. Su caso brinda esperanzas, ilusión y llena de ilusión a aquellas personas con alguna limitación física que sueñan con realizar algún deporte, demostrando que lo imposible no existe.

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