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El proyecto de Presti logró meterse en las finales de la Conferencia Oeste de manera contundente. Oklahoma City le ganó a Denver Nuggets por 125 a 93 en el Juego 7. Shai Gilgeous-Alexander fue el goleador del encuentro con 35 puntos. Sin embargo, jugadores como Caruso, que fue un animal defensivo, fueron claves en el encuentro. En los Nuggets, Jokic terminó con 20 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias. Ahora tendremos un lindo duelo entre el Thunder y Minnesota.

El partido arrancó de forma dramática, con Aaron Gordon jugando con un desgarro en el isquiotibial, con Jokic haciendo jugar a todo su equipo y con Oklahoma errático desde los triples. Así sacó ventaja Denver, con Christian Braun como goleador (tomó confianza de entrada con un volcadón) y con Nikola distribuyendo. En el cierre del primer período empezó a levantar Oklahoma y hasta apareció el triple, cortesía de Caruso. Un parcial de 15 a 2 puso a OKC arriba (29-26), luego de estar 11 puntos abajo. Curiosamente, mucho del rato en el que el Thunder arrasó, Jokic estuvo en el banco.

Oklahoma levantó la defensa de gran manera; Denver perdió 12 pelotas en el primer tiempo, con un Caruso rabioso. Esa intensidad decantó en que OKC pudiera correr la cancha, y a Jalen Williams lo llamaron a su juego para facturar de contra. Todo se empezó a jugar como quiso el Thunder: posesiones cortas, defensas agresivas y una máxima parcial de 14 (60-46).

Eso fue solo un adelanto de lo que se venía por parte de Oklahoma City. El elenco de Daigneault demostró por qué es el mejor equipo de toda la NBA; siguió ejecutando una defensa impresionante, en la que ahogaron a Jokic entre Caruso y Hartenstein. Murray despintó el aro errando, y Michael Porter Jr. fue más de lo mismo. Buscaron esperanzas en Strawther, que venía de hacer un partidazo, pero ahora tampoco dio pie con bola. Una vez que OKC supo que defensivamente estaba todo controlado, empezaron a mover la bola y a meter todo, con un Shai que se soltó y se puso en modo MVP. Finalmente, el partido se rompió antes de lo esperado y todo terminó en victoria cómoda de OKC, que pudo darle un buen descanso a sus figuras en el último cuarto.

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