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Sus padres, recién casados, partieron a Estados Unidos en búsqueda de otra vida, se fueron los dos solos y se instalaron en Florida. Ellos eran oriundos de Villa Devoto en Capital Federal. Con el paso de los años la familia se fue agrandando, primero llegó Giovanni, luego Abril y por último, Lionel. 

Solo el abuelo de Giovanni había jugado al básquet en Buenos Aires pero de manera informal, recreativa. El propio Giovanni no conoció el deporte hasta los 10 años, primero realizaba taekwondo pero solo entrenaba, no competía, hasta que se aburrió. Entonces comenzó a buscar otro deporte para hacer, comenzó a jugar al fútbol, pero por el sol, el clima, desistió de seguir practicándolo. 

Comenzó la búsqueda de un deporte indoor para realizar y dieron con el básquet. Había un lugar recreativo y justo estaban haciendo pruebas para armar equipos, fue, probó y le gustó. Hubo un hecho que lo empujó al gusto por el básquet y las ganas de seguir jugando: Manu Ginóbili estaba en la cúspide de su carrera, enfrentando a Miami Heat en las finales y siendo una de las principales figuras del equipo. Ese fue el envión que Giovanni necesitaba para meterse de lleno.

Tiene ciudadanía argentina, habla español para no perder el idioma, reconoce que tuvo contacto con varios entrenadores argentinos del seleccionado nacional y con algunos representantes con el objetivo de poder jugar la Liga Nacional en Argentina.

Actualmente Giovanni comenzó la temporada en la DME Academy, una institución prestigiosa, en la cual busca pulir su juego para buscar una mejor oferta para la NCAA. Dialogamos con él para conocer un poco de su historia.

- ¿Cómo empezaste a jugar al básquet?
- Tenía 9 o 10 años, hacía taekwondo pero me había cansado, solo quería entrenar, no competir. Busqué algún otro deporte para hacer y comencé fútbol, pero sufría mucho el sol así que buscamos algún deporte bajo techo y así es como llegué al básquet.

- ¿Conocías algo del básquet argentino antes de comenzar a practicarlo?
- No, nada de nada. Cuando empecé a jugar, justo estaba jugando las finales de la NBA Manu Ginóbili y quedé enloquecido. A partir de ahí me metí más de lleno en el deporte.

- ¿Fuiste a ver los partidos de la NBA, seguías a los jugadores argentinos?
- Sí, estoy muy cerca de Orlando así que suelo ir seguido a ver los partidos ahí, estoy a 20 minutos. Cuando estaba Manu lo seguía siempre, a tratar de copiar como jugaba Ginóbili, después miraba a Deck cuando estaba en Oklahoma. Otro que miro mucho actualmente es a Campazzo, juega muy bien, se puede aprender mucho de él y lo difícil que es para la altura de él y lo hace todo tan fácil.

- ¿Cuál es tu objetivo?
- Mi gran objetivo es poder jugar en División I. Decidí ir a esta academia para poder lograrlo, tenía ofertas pero no eran lo que yo quería o esperaba. Yo sé para qué estoy, para el nivel que soy capaz de jugar y es lo que estoy buscando ahora.

- ¿Cuál es tu sueño?
- Mi gran sueño es poder ponerme la camiseta de Argentina y representar al país, salir a la cancha y poder jugar.

- ¿Cómo surge esto de querer representar a Argentina?
- La pasión en todo deporte que ponen los argentinos, no se compara con nada. Ningún otro país tiene tanta pasión. Ahora con el Mundial de fútbol, la pasión que uno siente de ser argentino es muy fuerte, muy grande. En el básquet pasa lo mismo. Me gusta la pasión de los jugadores, de los hinchas, eso es una de las cosas que más me motiva a querer representar al país.

Federico Radulovich / [email protected]

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