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Ser incluido en el Salón de la Fama es el mayor honor individual que un jugador puede lograr, pero a Derrick Rose no le importa si algún día es seleccionado para el exclusivo club. El nombre de Rose siempre es un tema candente de conversación cuando se trata del Salón de la Fama, ya que con el tiempo, se ha convertido en la posible inclusión u omisión más discutible de la liga.

Recientemente, después de la victoria de los Knicks sobre Chicago Bulls, se le preguntó al jugador  sobre la posibilidad de recibir los honores. Su respuesta fue reveladora, afirmando que no le importa y que no importa en el gran esquema de la vida. "En 200-300 años, a nadie le va a importar lo que pasó", dijo. "Siento que las cosas que quiero hacer después del deporte van a ser más grandes que lo que hago hoy en día", reveló.

Si no fuera por las devastadoras lesiones a largo plazo que cortaron prematuramente su mejor momento y el hecho de que necesita remodelar su juego a lo largo de su carrera, su ingreso futuro al Salón de la Fama probablemente sería incuestionable en este momento. Lo bueno es que su historia aún se está escribiendo, y Rose podría ayudar a sus posibilidades de avanzar si aterrizara en un contendiente y lograra el éxito definitivo en los playoffs.

Si no, solo el tiempo dirá si el nativo de Chicago logra el corte, pero la realidad es que podría haber una posibilidad de que Rose se retire como el único MVP en la historia de la liga que no fue incluido en el Salón de la Fama.