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España se encuentra en una transición generacional en su selección con la despedida de su era más ganadora encabezada por veteranos como Rudy Fernández y Sergio Llull, quienes cuentan con una extensa trayectoria y palmarés con la selección. Sin embargo, la llegada de jóvenes talentos como Santi Aldama, Usman Garuba y Jaime Pradilla, augura un futuro prometedor para el equipo. Aldama, de 23 años, se perfila como un líder, habiendo sido el MVP del Repechaje Olímpico en el que promedió 17 puntos, 8 rebotes y 1.8 tapones por partido.

La plantilla española cuenta con un balance entre juventud y experiencia. Junto a los jóvenes, se encuentran jugadores como los hermanos Hernangómez, Willy siendo el MVP del último EuroBasket, y Juancho, reciente campeón con Panathinaikos. Alex Abrines, con su precisión desde el perímetro, será una amenaza ofensiva importante. Además, el entrenador Sergio Scariolo podrá contar con jugadores de rol como Dario Brizuela, Alberto Díaz y Xabi López-Arostegui, así como con el base Lorenzo Brown.

España se encuentra en el grupo de la muerte de los Juegos Olímpicos, enfrentándose a selecciones plagadas de estrellas de la NBA como Canadá (10 jugadores), Australia (8) y Grecia con Giannis Antetokounmpo. Será crucial que España mantenga su identidad de equipo, con roles y minutos equilibrados, para superar a rivales con superstars individuales. El hecho de haber ganado recientemente el Torneo de Clasificación Olímpica en Valencia les da un impulso anímico y les ha ayudado a construir la química necesaria para pelear por una nueva medalla.

El temor radica en que un tropiezo en la fase de grupos, como el sufrido en Tokio ante Eslovenia, les relegue a la parte baja del cuadro y les enfrente prematuramente a potencias como Estados Unidos. Será fundamental que España gane su grupo para evitar este escenario. Con Scariolo al mando, el equipo cuenta con un entrenador experto en torneos cortos, capaz de sacar el máximo de un grupo que sabe ganar.