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Los lazos sanguíneos que nos unen con España, la descendencia y la forma de ser de los argentinos de nunca darse por vencidos, de pelear todas y de siempre tener un plus para dar, pueden ser un factor importante para que seamos grandes representantes y exponentes en las principales competencias de básquet del país europeo. No lo decimos solo por el hecho de ser argentinos, sino que hay datos que lo avalan.

Este miércoles la ACB informó que Facundo Campazzo fue elegido como el MVP de la temporada regular. De esta manera, el argentino corona una temporada espectacular en España en el plano nacional. Ganó el premio al mejor jugador en las tres competencias domésticas más importantes: ACB, Copa del Rey y Supercopa. Pavada de elogio.

Pero el cordobés no es el primero en ser elegido MVP, y seguramente no será el último. Desde que Argentina irrumpió en el plano internacional con la obtención de la medalla de plata en el Mundial de Indianápolis 2002 y luego ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, el interés de los mejores equipos del mundo creció exponencialmente.

Walter Herrmann fue el primero en coronarse. El santafesino tuvo una temporada excepcional en la 2002/03 vistiendo la camiseta de Fuenlabrada. Un año después, en la edición siguiente, empezó la sucursal argentina de Baskonia. Primero fue Andrés Nocioni quien fue seleccionado y posteriormente Luis Scola en dos ocasiones, interrumpido por Juan Carlos Navarro entre ambas consagraciones. El último en recibirlo fue Nicolás Laprovíttola cuando tuvo una temporada 2018/19 de ensueño jugando para Joventut Badalona.