Basquetplus.com

Portland Blazers debe ser la franquicia con más frustraciones del Siglo XXI en la NBA. Varias veces tuvo camadas de enorme talento y calidad, pero nunca llegó siquiera a meterse en unas finales. Solo Finales de Conferencia e innumerables caídas en primera ronda: 11. Una locura. Desde la época de Scottie Pippen y Rasheed Wallace, pasando por la de Brandon Roy y Lamarcus Aldridge, hasta la actual de Lillard y McCollum. Nunca dieron el paso. Pese a que la dirigencia siempre apostó a los entrenadores. Tuvo solo 3 en estos 20 años: Maurice Cheeks, Nate McMillan y Stotts. 

Con una nueva caída en primera ronda, ante un equipo correcto como Denver, se acabó el ciclo de Stotts y ahora se armó la sucesión. De entrada se dijo que iban a entrevistar a más de 20 candidatos, pero parece que el círculo está más bien cerrado. Pese a que Lillard declaró públicamente que quería a Jason Kidd, el exbase se autoexcluyó, porque no le interesaba la opción de ser apoyado por la estrellas pero no por los directivos. 

De este modo, los candidatos parecen ser básicamente tres, con un agregado de último momento que podría quedar arriba del todo en la lista. Con un perfil similar al de Jason Kidd aparece Chauncey Billups, hoy asistente de los Clippers. Exjugador, base, tiene el visto bueno de Lillard también. Y es el favorito del GM de los Blazers, Neil Olshey. Otro exjugador que aparece entre los candidatos es Juwan Howard, que nunca dirigió en la NBA todavía, pero parece estar más lejos. 

Aparecieron de entrada algunos nombres de peso, como Jeff Van Gundy y Lionel Hollins, pero uno que podría tener chances es el siempre mencionado Kenny Atkinson, que tras su tumultuosa salida de Brooklyn quedó también como asistente de los Clippers. Atkinson es respetado en el medio por su filosofía y forma de trabajar, pero en los Nets chocó contra las estrellas. ¿Podría cambiar eso en Portland?

El que saltó al primer puesto de los candidatos es el amigo Mike D'Antoni, que tras su experiencia como asistente de Steve Nash en los Nets, parece que ya se dio el gustito y pretende volver al ruedo. D'Antonio encaja bien con la forma de jugar de Portland, y es un entrenador con mucha experiencia, aunque ningún título. Y los Blazers, con Lillard con 31 años casi, las oportunidades de ir por el anillo empezarán a bajar si no se activa. Una deuda pendiente tanto de los Blazers como del propio D'Antoni, que quizá este año al menos se de el gusto como asistente de los favoritos Nets.