Bernardo Musso, el argentino que hizo toda la escalera en Italia
16:55 29/07/2023 | El pergaminense llegó a los 17 años y construyó una carrera admirable, con paso por todas las categorías de ascenso hasta la Serie A. A los 37 años, la pasión no se termina.
Cuando San Lorenzo anunció la llegada del escolta Bernardo Musso a la Liga Naciona, quizás algún desprevenido no tenía su nombre. Es que este argentino se fue desde su Pergamino natal a los 17 años a Italia. Allí pasó por todas las categorías de ascenso, desde la C2, hasta llegar a la Serie A y destacarse en Udine y Pesaro, actual equipo de Carlos Delfino, y donde llegó hasta ser capitán. A los 37 años, el que fuera campeón con el Ciclón sigue jugando y destacándose en la A2, con la pasión aún intacta por el juego.
.¿Cómo viviste esta última temporada en Ravenna y qué va a ser de tu futuro?
- La última temporada con Ravena me encontré muy bien, me sentí muy bien, o sea, me estoy dando cuenta con el pasar del tiempo, ya me doy cuenta hace unos años que no tengo más 20 años. Tuve una carrera bastante sin muchos excesos, así que eso me ayuda a tener el físico, estoy bien físicamente y en Ravenna me sentí muy bien físicamente. De mi futuro que va a ser no sé, no lo pensé todavía porque tampoco me preocupa mucho porque me considero una persona bastante curiosa en muchos aspectos no sólo en el básquet así que no sé si seguir en contacto en el ámbito basquetbolístico o hacer otra cosa. Eso se verá cuando me retire, que espero que falte el mayor tiempo posible porque la pasión sigue intacta.
.¿Qué recordás de cómo se dio tu llegada a Italia y con qué te encontraste?
- Mi llegada a Italia fue en el lejano 2003, me acuerdo hasta la fecha. El 21 de septiembre se van a cumplir 20 años que estoy acá, así que me merecería una fiesta digamos (risas). Se dio porque un amigo de familia, un hermano de la vida, Ramiro Gallo, jugaba al básquet en la categoría C2 y nos invitó a mí y a mi hermano. En el 2003 ya teníamos la ciudadanía porque mi vieja la hizo cuando teníamos nueve años. Ella fue visionaria y pensó que en un futuro podía servir y nos la hizo. Nos consiguió el club Alicata en Sicilia y así nació todo. Recordemos que en el 2003 estaba Internet, pero no había muchos datos, Google estaba apenas naciendo. Así que los datos eran escasos, pero fue hermoso.
.¿Qué pensás que te dio irte tan joven a Italia?
- Fue muy acertada. Yo me vine a los 17 años, no era ni siquiera mayor de edad, me vine con mi hermano que tenía 19. Desde que tengo memoria que viví más tiempo acá en Italia que en Argentina. Aunque yo a Argentina la siento como mi casa, donde pasé mi infancia, eso esl o que marca una persona, es donde uno se siente más representado, y todos los años vuelvo. Irme más joven y me dio la posibilidad de adaptarme mucho más rápido a lo que es otro país y otra cultura. Esa es la gran diferencia de irse de joven o ya mayor de edad, ya tener 25 o 26 años, con experiencia.
.¿Cómo fue año a año ir subiendo de categoría y llegar a la Lega?
- Llegué siempre por la puerta de atrás. Siempre me tuve que esforzar mucho para llegar porque hice todos los pasos, todas las categorías. Yo no fui nunca un juvenil de un equipo de Serie A que después llevaron a primera. Yo llegué a la C2, jugué dos años ahí, después jugué en C1 y así fui subiendo, jugué en todas las categorías de Italia y creo que ese es un mérito que me lo tengo bien guardado porque no es fácil partir de abajo y siempre mejorar y siempre merecer el escalón más arriba. Porque llegué a la Serie A sin tener representante, confiaban en mi los entrenadores y me llevaron, nadie me consiguió lugar, fue todo mérito. Me encantó la carrera que hice porque en todos los escalones lo gané, con mérito, con entrenamiento, con empeño. Fue un trabajo duro, pero al final estoy muy satisfecho.
.¿Cuáles fueron las claves para vos en ese camino para llegar a la élite italiana?
- La clave es el entusiasmo y el compromiso que se tuve para entrenar, tratar de mejorar, saber que uno lop hace porque quiere superarse a sí mismo y lo hice siempre porque me gustó. Nunca me pesó y todavía no lo hace, al día de hoy no me pesa, aunque tengo 37 años. Me encanta competir, que gente más joven compita conmigo y le juegue de igual a igual, también competir y perder porque también permite superarse. Esa es la clave. La pasión que tengo por el básquet siempre está intacta, siempre estuvo, y eso fue lo que me hizo llegar a la Serie A y jugar tres años, ser capitán en Pesaro, un equipo con mucha tradición. Antes de irme a la Liga Nacional con San Lorenzo terminé con 10 puntos de promedio, así que estoy muy contento.
.¿Cómo viviste esa única temporada en la Liga Nacional con San Lorenzo y con qué te encontraste?
- Cuando fui a Italia yo veía la Liga Nacional, así que uno desde chico por ahí tiene la ambición de jugar la Liga. Me fui desde 17 y siempre jugué en Italia, así que mi cabeza estaba allá. Terminé el año con Pesaro, donde fui capitán todo el año y terminé jugando muy bien y salió esta oportunidad, que fue el primer año que tuve el representante, que es Pablito Filoy, que es también mi amigo, el hijo de Germán, y me dijo que había una propuesta de San Lorenzo y que querían hacer un equipo muy lindo, que estaba Walter Herrmann, Julio Lamas, Marcos Mata. Contra Marcos había jugado en algún Provincial cuando jugaba en Pergamino y él en Mar de Plata. Fue un año fantástico porque volver a tu país después de vivir más de 10 años en Italia, llegar a tu país y todo, jugar en la Liga, ganarla fue extraordinario. Volvía muy seguido a casa, al ser de Pergamino y Walter de Venado Tuerto nos volvíamos siempre y esos viajes, los vestuarios, conocer un poco la Argentina, estuvo fantástico y no me arrepiento para nada.
.¿Por qué pensás que hay pocos casos de jugadores como vos que hicieron esta escalera desde la C a la Lega?
- No es fácil tampoco. Está bien que las reglas acá en Italia cambian para los argentinos con la formación, que da la posibilidad de jugar otras categorías. Este año abrieron una puerta, un extranjero por equipo en la Serie B regional. Yo tuve la posibilidad de llegar en el momento justo y tenía que jugar la C o la A2, y es muy difícil llegar y jugar como extranjero la A2. Tuve la posibilidad de jugar en todas las categorías C2, C1, B2 y B1 demostrando que me merezco una categoría una categoría más, así que creo que tuve suerte en eso en el que llegué en el momento gracias mi amigo Ramiro Gallo, que me llevó, llegamos con mi hermano en el momento de poder demostrar, tener la posibilidad de demostrar es muy importante. Hay pocos argentinos que hacen eso. También yo me encontré con la ciudadanía, así que se me dieron un par de cosas que me permitieron demostrar mi nivel y así lo hice.
.¿Cómo ves en la actualidad esta situación cada vez más de jóvenes yéndose como vos en su momento?
- Es un reflejo un poco lo que pasa en el país, no solo a jugar al básquet. Yo estoy en Cerdeña y hay un montón de argentinos que vienen o a hacer la ciudadanía o a buscar suerte. No es solo del básquet, la situación del país da para que la gente por ahí vaya a probar un poco de suerte o vaya a ver qué pasa del otro lado del charco digamos. Da un poco de tristeza porque quiere decir que las cosas ahí no están tan bien, pero ya se arreglarán.
Alejandro Malky / [email protected]
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