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Fran Cáffaro tuvo una temporada movida, primero con su último año universitario en Santa Clara y finalmente arribando al profesionalismo. Estudiantes de Madrid le abrió las puertas a esta nueva experiencia y el pivote no lo dudó. “Me siento cómodo, el paso con la selección en todo este tiempo, especialmente en el último, que fue cuando más tiempo tuve, me ayudó muchísimo a estar preparado para esta transición y para adaptarme tan rápido”.

Y agregó: “Haber llegado a Estudiantes no bien terminé la NCAA es algo muy difícil y haber podido entrar acá de cara a lo que va a ser el año que viene mi primer año completo me permite llegar con un poco de experiencia en lo que es el mundo profesional”.

Diferencias universitario profesional: “se nota mucho la diferencia en la madurez. En Estados Unidos es un juego de uno contra uno, muy egoísta por así decirlo. Se nota mucho en el egoísmo, la poca madurez que hay en Estados Unidos comparado con la madurez y el juego colectivo que se juega en el básquet FIBA”.

Balance del paso por la NCAA: “Lo que me perjudicó fue el estilo de juego. Es un juego muy egoísta que favorece a los jugadores de uno contra uno, no se juega mucho en equipo, tampoco el pick and roll para la caída, sino para darle ventaja al perimetral. Pero estoy muy agradecido por todo lo que me enseñó el básquet universitario y el tiempo tanto dentro como fuera de la cancha, es una experiencia que no cambiaría por nada. Aprendí muchísimo y aunque basquetbolísticamente no fue mi mejor paso, no lo cambiaria por el resto de lo que es fuera de la cancha, por todo lo que me dio y que de otra manera no lo podría haber tenido”.

Las lesiones: “Tuve tres lesiones en tres años seguidos y tuve una conversación con mi familia donde no quería jugar más al básquet. Uno sacrifica un montón para estar donde estoy, lejos de la familia, de amigos, lejos de Argentina. Estaba en Estados Unidos para jugar al básquet y no podía hacerlo, y estaba estudiando, que era lo que menos quería hacer. Tuve una batalla conmigo mismo, pero mi familia me ayudó muchísimo a mantenerme en el camino, hacer la recuperación y volver a jugar. Pero la falta de juego es lo que me perjudicó a mí, que es lo más importante. Hoy en día por ahí lidio con eso en el sentido de tener un poco de falta de confianza en mi mismo, que viene con el juego, con la continuidad que estoy teniendo ahora, que lo tuve con la selección y en Santa Clara. De a poco voy a ir ganando esa confianza”.

El NIL en la NCAA: “Cambió todo. Cuando llegué no había y me da mucha bronca (risas) porque perdí toda mi carrera. Teniendo la carrera que tuve que fue normal, me podría haber ido con un par de millones de dólares en el bolsillo, simplemente por ser parte de un equipo. Hay jugadores que cobran millones por estar en el equipo y otros que ni siquiera juegan y cobran 200 o 300 mil al año. Llegando a Virginia, que fui red shirt y fuimos campeones, al año siguiente podríamos haber hecho mucho dinero. Al mismo tiempo creo que es complejo porque no hay regulaciones, todos pueden hacer lo que quieren, ofrecer lo que quieren. Hay un profesionalismo muy desregulado. Ahora que cambiaron las leyes del portal de transferencias, que podés entrar todas las veces que querés, en unos años van a tener que empezar a regular todo eso, pero el mientras tanto es un desastre”.

Su juego en la actualidad: “Estoy cómodo y contento. No tenía planeado estar en Madrid ahora. Tenía planeado terminar el año en Estados Unidos, hacerme la ciudadanía en Italia y empezar a prepararme para el primer año profesional. El haber podido entrar ahora y no solo mostrarme, sino también acostumbrarme un poco más y ver el nivel, cómo funciona todo, creo que fue un paso más en el momento que no tenía pensado tomarlo. Me siento contento y cómodo, pero también está el aspecto mental de no haber tenido continuidad en el básquet universitario, que de a poco va a volver a donde tiene que estar. Hoy en día me siento más que apto para ser un jugador de rol en cualquier equipo, no te digo un Barcelona o algo parecido, pero si para estar en un equipo de ACB, tomar ese rol y dar lo mejor de mí. En algunos aspectos no me veo lejos en el juego de la elite europea. Agregando ciertos skills, un poco de tiro exterior, mismo jugar un poco más tranquilo y más calmo cuando tengo el balón, me van a ayudar a llegar a ese nivel”.

Evaluación de su juego: “Me falta en muchos aspectos. En lo que más tengo que poner énfasis es en tomarme mi tiempo. Hay veces donde recibo el balón y voy para adelante, y a veces tengo que frenar y tomar el tiempo, y eso me va a hacer muchísimo mejor. No hay mucha gente de mi tamaño y con mi fuerza, y creo que si pienso un poco más cuál sería la decisión correcta, me puede llegar a ir mucho mejor. Es el primer paso para mejorar como jugador”.

Las comparaciones y el futuro en la Selección Argentina: “Pueden pasar un montón de cosas en tres años hasta 2027. Tengo un montón de cosas que tengo que mejorar en todo aspecto y no pensar en algo que no sabemos siquiera si va a pasar. Está bueno tener expectativas y se siente bien, pero al mismo tiempo es un poco sin sentido porque está muy lejos y pueden pasar muchas cosas. Las comparaciones no me parece que sirvan porque en características del pasado son muy distintos a nosotros. Antes estuvieron Luis (Scola) y Oberto que no va a haber como ellos, entonces comparar es un poco sin sentido, lo que pasó ya pasó. Es tomárselo año por año y veremos qué pasa en 2027. En vez de comparar hay que apreciar lo que hubo y lo que hay”.

La generación del 2000 en la mayor de Argentina: “Hay mucho talento. Es algo que no se puede negar, hay mucho talento y de muchas características. Hay mucho para dar, mucho por ganar, es mucho lo que podemos llegar a pasar como selección, pero es muy prematuro porque somos un montón de jugadores que no tuvimos mucho rodaje aún. Yo en realidad el verano pasado fue cuando tuve real rodaje, de jugar más de 20 minutos por partido, siendo mi primera vez con participación real. Juani (Marcos), Juan Fernández están en la ACB, Bolmaro en Alemania y Euroliga, yo acabo de llegar a España, Farabello acaba de terminar una carrera universitaria para sacarme el sombrero por todo lo que pasó, ir de TCU a Creighton y ser el jugador de rol que fue, y eso es muy difícil siendo un base en un juego”.

El futuro: “Mi contrato con Estudiantes es este torneo. Si ascendemos está la posibilidad de quedarme. Pero primero tenemos que hacerlo, también tengo que sacar la ciudadanía. No hay nada concreto”.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Madrid, España
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