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Parece que no existe el término medio para los Brooklyn Nets: se sobrepusieron a la mala racha de ocho derrotas consecutivas para convertirla en una seguidilla de siete triunfos al hilo. En la noche de miércoles encadenaron el séptimo éxito en Chicago y con un ajustado 96-93, para adueñarse de la mejor racha activa de la NBA en estos momentos. De esta manera, el equipo que dirige Kenny Atkinson -Pablo Prigioni forma para del staff de asistentes- se trepó a la novena ubicación del Este (récord 15-18)  y se acercó apenas a medio juego de los puestos de playoffs.

Los Nets tuvieron que trabajar y mucho para llevarse el triunfo de Chicago. El juego tuvo 21 empates y 23 cambios de liderazgo a lo largo de su desarrollo; está claro que ninguno de los dos equipos pudo establecer diferencias considerables en el marcador. Por el contrario, llegaron a las posesiones finales palo y palo: la mayor ventaja del último cuarto fue de seis puntos en favor de los Bulls (86-80), pero en una ráfaga Brooklyn metió un parcial 7-0 para ponerse al frente. En los segundos finales volvió a aparecer una virtud que le había dado a los Nets un gran comienzo de temporada, ya que con dos robos limitaron las chances de los Bulls y sellaron el 96-93 final.

Spencer Dinwiddie fue la figura del partido, no solo por su preponderancia en el cierre del juego, sino que también por sus 27 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 2 robos. También se destacó Jarrett Allen, ya que cosechó su duodécimo doble doble de la temporada (16 puntos y 12 rebotes). Por su parte, en Chicago (récord 7-25) se destacó Bobby Portis como consecuencia de sus 16 puntos y 11 rebotes aportados. ¿Qué se le viene a los Nets? Los Pacers en Indiana, un compromiso programado para este viernes.