Platense 81 (3) - San Isidro 60 (2)
Platense completó una noche soñada desde la efectividad en el momento más oportuno: el Juego 5 de la final de la Liga Argentina. El equipo del Cholo Vázquez superó 81-60 a San Isidro y no solo gritó campeón ante su gente, sino que además se ganó el boleto para participar en la próxima temporada de la Liga Nacional. Pablo Bruna (8 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias esta noche) fue el MVP de las Finales.
Tal como fue la tónica de gran parte de la serie, el inicio de este J5 fue muy friccionado y táctico, con las defensas imponiéndose por sobre los ataques. De hecho, el primer período terminó 16-10 en favor del dueño de casa, que abrió una leve brecha a partir de los seis puntos que pudo sumar desde el contragolpe.
En el segundo cuarto todo cambió para Platense, ya que comenzó a encontrar una efectividad superlativa. Cedric Blossom fue el eje en los dos costados de la cancha: faro defensivo para generar errores en el rival y contragolpes (8 pérdidas de San Isidro en el primer tiempo), así como pieza clave en la generación inicial de los ataques y también en la finalización con un tiro de 4-5 metros infalible que hizo mucho daño (10 de sus 14 puntos en el 1T). Platense pudo correr (Pais letal en ese rubro) y sobre el cierre del período encontró dos bombazos de Lorio que estiraron aún más las acciones. En el equipo cordobés la sequía fue brutal pese a una buena selección de tiro general (5/16 en dobles y 1/9 en triples).
Así fue como Platense se fue al entretiempo 37-19 arriba en el marcador. El tercer cuarto mantuvo la misma tónica: San Isidro, con el aro absolutamente sellado, estuvo cuatro minutos sin anotar pese a que intentó diversas variantes para quebrar la tendencia negativa. Mérito también para una defensa compacta e intensa de Platense, que limitó mucho sus principales armas. El tándem Pais-Blossom y el comando de los tiempos y acciones de Pablo Bruna elevaron la confianza del Calamar a su punto máximo y la diferencia se fue agrandando más y más con el transcurso de los minutos, a un punto tal que llegó a ser de 30 puntos (56-26) a falta de 3:30 para la bocina.
Rodriguez Suppi jugó el partido pese a haber sufrido un grave esguince en el juego anterior y fue uno de los motores, junto con Cambronne, de la ráfaga de San isidro entre el final del tercer cuarto y el inicio del cuarto período. Llegaron a disminuir la diferencia por debajo de los 20 puntos, pero la reacción se tumbó en esa marca. Platense siguió con el enfoque y la agresividad a pleno y no permitió que ese atisbo de remontada pasara a mayores. La diversificación del goleo y el poder específico del conjunto por sobre las individualidades volvió a aparecer en ese momento clave: sumaron todos (Pais, Goldenberg, Lorio, Essengue, Lugrin y Bruna, entre otros) y de todos los colores para cerrar la temporada con un triunfo 81-60 y el ascenso a la Liga Nacional.