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Todo empezó en 2014, cuando Regatas se enfrentaba a Gimnasia en Comodoro Rivadavia. El calvario se armó porque Javier Martínez hizo una publicación en Facebook, en la que comentaba que no iba a poder ver un show de Metallica por viajar a la ciudad de Chubut. El base, en consecuencia, pidió disculpas e intentó enmendar su error, pero muchos medios agrandaron la situación.  

¿El resultado? Uno de los mejores juegos en la carrera de Martínez. Lo cuenta él mismo: " Fue un momento demasiado hostil para un deporte, que al fin y al cabo me sirvió a mí (ya que sentía que era culpable de fogonear esa situación) para que crezca algo dentro mío y tuve un partido excelente. Estoy seguro que fui el más destacado del partido. Fue una anécdota oscura empezada por mí, y demasiada hostilidad sirvió para que haya jugado un gran partido”. 

La anécdota que más lo marcó: “no fue tan divertida, fue la de Comodoro Rivadavia. Había prácticamente una ciudad queriendo lincharme y lo percibía, no sólo a nivel profesional sino también a nivel familiar”.