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No es fácil ser hábil para los negocios; facturar millones a partir de este talento es muy difícil. Ser uno de los mejores bases de la NBA es prácticamente imposible para cualquier ser humano. Magic Johnson puede presumir que logró todo lo que está escrito en este párrafo.

Un día, un joven Magic realizaba una tarea doméstica cotidiana, como juntar la basura. Decidió tomar una suerte de atajo para hacerlo y, al notarlo, su padre le dejó una enseñanza de vida: “Si haces esto a medias, vas a hacer todo a medias en la vida”. Desde ahí, Johnson hijo empezó a ponerle todo su énfasis a lo que hacía, y eso lo llevó a triunfar.

Generó dinero a niveles de Jordan, Tiger Woods y LeBron James. Sin embargo, él no generó tanto como ellos a partir de la práctica del deporte. Magic cuenta con acciones en los Washington Commanders de la NFL, Los Angeles Dodgers de la MLB, Los Angeles Sparks de la WNBA y LAFC de la MLS.

A partir de charlas con Jerry Buss (propietario de los Lakers), llegó a conocer a varios empresarios con abonos en los Lakers. Los invitaba a almorzar y allí aprendía mucho sobre los negocios; si hacía algo, lo hacía bien.

Magic entendió algo clave: las empresas ponían millones en las comunidades de los suburbios, pero no las entendían, no realizaban un estudio para atraer más ventas. El gran base comenzó a exponer sobre eso en diferentes lugares. Un día, Starbucks apareció en su vida, trabajaron juntos y Johnson, que entendía a las personas de los suburbios, hizo de la empresa de café un lugar al que la gente quisiera ir a comprar. Las ganancias se multiplicaron y, cuando vendió su parte, generó 75 millones de dólares. Ese dinero lo siguió moviendo y, para el año 2023, según Forbes, alcanzó un patrimonio de 1.200 millones de dólares.