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Esta mañana explotó una bomba en el planeta de la NCAA, al conocerse que decenas de personas enfrentan cargos federales, acusados de fraude y corrupción. Entre ellos se encuentran cuatro entrenadores asistentes de la Liga Universitaria: Chuck Person (Universidad de Auburn), Emanuel Richardson (Universidad de Arizona), Tony Bland (Universidad de California del Sur) y Lamont Evans (Oklahoma State). Además, también fueron detenidos managers, asesores financieros y representantes de una marca de indumentaria de primer nivel, que según se filtró es Adidas.

La investigación sobre el accionar ilegal que ocurre en el marco de la NCAA es llevado a cabo por el FBI desde el 2015. En la misma descubrieron que entrenadores asistentes y asociados al baloncesto recibían sobornos por parte de consejeros de atletas, incluyendo asesores financieros y entrenadores. ¿El motivo? Ejercer su influencia sobre los estudiantes para eligieran a los managers y asesores que los habían sobornado.

"La investigación ha revelado varios casos en los que los entrenadores han ejecutado la influencia que tienen sobre los estudiantes-jugadores y sus familias para que optaran por determinados consejeros, no por los méritos de esos asesores, sino porque los entrenadores fueron sobornados por los asesores para hacerlo", fue lo que indicaron los documentos, según informó Chicago Tribune. 

También hubo un párrafo aparte hacia Jim Gatto, el Director de Marketing global de Adidas. En los documentos, el FBI dice que Gatto trató de pagar a un jugador y a su familia 100 mil dólares para llevarlo a una determinada Universidad de su elección. En tanto, otro jugador obtuvo 150 mil dólares con la expectativa de que firmaría con Adidas cuando fuera a la NBA. Como estos casos, según los informes del FBI, hay muchos más. La Corte Federal de Manhattan, que está al mando de la investigación, inofrmó que se brindarán más detalles esta tarde a través de una conferencia de prensa.