Aniversario

A un año de uno de los mayores triunfos de la historia argentina

12:52 10/09/2020 | El 10 de setiembre de 2019, Argentina volvía a sorprender al mundo derrotando a Serbia en los cuartos de final del Mundial de China. Inolvidable.

Deck explota de felicidad tras un golazo ante la desilusión de Micic (Foto FIBA)

Un par de días antes se había confirmado que conseguía el pase a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, luego de terminar invicta la fase de grupos, venciendo a Polonia 91-65, cerrando 5-0 y metiéndose en cuartos de final junto con Estados Unidos, desde el lado de América, lo que le daba el pase a Japón, ante la no clasificación a cuartos de Brasil. 

Pero el 10 de setiembre, en Dongguan, el desafío era enorme. Se sabía desde siempre que, de llegar a cuartos, lo más probable era que el rival en esa instancia fueran España o Serbia. Ambos, en un escalón superior al de Argentina. La amplia victoria de los españoles sobre los serbios en la última jornada de la segunda fase (81-69), fue un duro golpe para los balcánicos, que tuvieron que trasladarse a Dongguan cuando esperaban instalarse en Shangai. 

Ese martes 10 por la tarde, Argentina salió a jugar un partido más, con la misma convicción de los cinco anteriores. Ya se había empapado de la confianza necesaria para plantarse ante cualquiera, mucho antes que el resto nos diéramos cuenta para qué estaban, sobre todo al tener enfrente a un rival como Serbia, cuyos nombres asustaban: Jokic, Bogdanovic, Marjanovic, Bjelica, Milutinov, Micic, Guduric...

Argentina dominó el partido casi durante los 40 minutos, y cuando se vio superado por escasos momentos, tuvo la tranquilidad como para no ponerse nervioso y recuperar el camino por los carriles que le habían dado resultado. Tuvo varias claves el juego, pero hubo algunas muy destacadas: la estrategia general de juego, el espléndido trabajo de Garino sobre Bogdanovic, y la escasa relevancia de Jokic a partir de la excelente tarea de todos los internos que lo defendieron.

Serbia, nunca se sabrá si salió demasiado relajado, si sobró a Argentina o si se vio totalmente sorprendido por el planteo y carácter de su rival, pero nunca se sintió cómodo. Argentina sacó 8, Serbia llegó a pasar efímeramente al frente por un punto varias veces y luego los de Hernández cerraron un gran segundo cuarto para irse al descanso largo 54-49 al frente.

La segunda mitad fue durísima. Serbia apretó atrás, le permitió en el tercer cuarto solo 14 puntos a Argentina, achicó a uno y muchos pensaron que el sueño había llegado hasta ahí. Encima, en la primera del último cuarto, Guduric clavó una bomba y puso a su equipo 70-68 arriba. Entonces sopló el viento del Sur. Huracanado. 

Argentina metió primero un parcial de 14-3, sacó 9, pero más allá de la diferencia, tomó el control del juego por completo. Campazzo hizo y deshizo a su antojo, empezaron a llover bombas, Scola dio clase, Garino fue un toro, Vildoza metió su mejor partido del Mundial y Deck robó un balón que terminó con volcada y 10 de luz a 45 segundos del final que hizo explotar la banca. 

Argentina estaba en las semifinales del Mundial. Como en Indianápolis 2002, el equipo al que pocos daban arriba, sorprendía al mundo y se posicionaba invicto entre los mejores cuatro del planeta, mostrando el básquet más lindo, efectivo y bien jugado de todos. Luego vendrían dos historias más, pero la del 10 de setiembre del 2019 tiene vida propia. 

Boxscore del partido

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